domingo, 28 de enero de 2007

The Black Dahlia (Brian De Palma/ 2006)


The Black Dahlia (Brian De Palma/ 2006)

Dirección: Brian De Palma.

Reparto: Josh Hartnett (Bucky Bleichert), Scarlett Johansson (Kay Lake), Aaron Eckhart (Lee Blanchard), Hilary Swank (Madeleine Linscott), Mia Kirshner (Elizabeth Short), Mike Starr (Russ Millard), Fiona Shaw (Ramona Linscott), Patrick Fischler (Ellis Loew), James Otis (Dolph Bleichert), John Kavangh (Emmett Linscott), Anthony Russell (Morrie).
Guión: Josh Friedman; basado en la novela "The Black Dahlia" de James Ellroy.

Música: Mark Isham.

Productores: Art Linson, Avi Lerner, Moshe Diamant y Rudy Cohen.
Vestuario: Jenny Beavan.

Fotografía: Vilmos Zsigmond.



Con la “Dalia Negra” dirigida por De Palma, estamos ante una película de Film noir de una gran factura. Con una fotografía impecable (no es un coincidencia que este nominada al Oscar en ese rubro precisamente) con una historia que cumple con las reglas del canon, intentar hacer creer a quien la ve algo que en realidad no es. Pero antes de hablar de la Dalia, hablemos un poco del Film noir. Genero cinematográfico que tuvo su época dorada en la década del cuarenta del siglo pasado con directores como John Huston (El Halcón Maltes), Raoul Walsh (El último refugio) o Billie Wilder (Perdición), con actores como Humphrey Bogart o James Cagney, y actrices como Lauren Bacall, Rita Hayworth y Verónica Lake.

El Film noir para muchos críticos no tiene una definición totalmente clara, si bien es recurrente en el, la figura del inspector privado, caso Sam Spade (Dashiell Hammet) o Philip Marlowe (Raymond Chandler), así como la clásica presencia de la Femme fatal, suerte de figura desencadenante de todo lo bajo y oculto que lleva consigo el protagonista, estos son solo algunos de los personajes clásicos de estas historias. Pero una característica si esencial a estos films, es que el protagonista deja de ser un personaje unidimensional, ya no es la historia de bueno versus malo, o la redención de un pequeño rebelde, es por el contrario la historia de aquel que siempre esconde algo tras si, que intenta escapar a un pasado, a un recuerdo, que si bien tiene ciertos valores, estos no son reglas fijas a seguir, ni signo de orgullo o distinción, sino que pueden convertirse en un impedimento para alcanzar las cosas con las que sueña.

Los protagonistas de estos films, son antihéroes que se encuentran llenos de miedos, culpas y errores. Es el hombre y sus circunstancias, ya no es el héroe que salva el día, no es el ejemplo a seguir, es todo lo contrario, las historias del Film noir nos invitan a ver la debacle de sus personajes, a seguir sus pasiones y deseos hasta el final, final que incluso puede llevarlos a su autodestrucción. Debacle con la que nos identificamos, pues no hay algo más humano que el saber lo que nos hace o hará mal y aún así desearlo[1].

La fotografía, así como la textura en estos films es fundamental, será esta la que nos otorgue y brinde los verdaderos matices de la psique de los personajes, las palabras son solo artilugios para despistar. Es un sello de este género el uso del claroscuro para proyectar y dejar ver aquello que precisamente se intenta ocultar con el discurso. El ángulo de la cámara nos guía, nos lleva a través de los temores y deseos de los personajes, nos permite ver de que manera van cambiando durante el film, que es lo que llama su atención y de que manera se encuentran en un viaje de descenso hacía rincones oscuros y olvidados.

La Dalia y Ellroy

La Dalia Negra es una novela de James Ellroy, basada en el asesinato sin resolver en 1947 de una joven aspirante a actriz llamada Elizabeth “Betty” Short, llamada por la prensa de la época “La Dalia Negra”, debido básicamente a que la vestimenta de Elizabeth era primordialmente negra y en referencia a una película del 46 protagonizada por Verónica Lake, llamada la “Dalia Azul”. La trama de la novela le costo mucho a Ellroy porque el mismo hizo una proyección de su madre asesinada con la figura de la joven Betty.

Ellroy logra enfrentar el asesinato sin resolver de su madre a partir de “La Dalia Negra”; la obsesión que tiene ante el caso no resuelto de su madre y “Betty”, hacen que escriba años después “Mis Rincones oscuros” en la que presenta las investigaciones que realizo él en relación al asesinato de su madre.

Ellroy es un escritor que ha tenido una vida difícil, como la de sus personajes, ha sido adicto al alcohol y a otros sustancias, ha estado preso por delitos menores y acosar mujeres. Con respecto a su obra, los críticos lo consideran complejo y de una maestría ampliamente demostrada. Para muchos es el maestro actual de la “Novela negra”.
Son varios los libros de Ellroy convertidos en películas, son el caso de “Brown`s Réquiem”, “Sangre en la Luna”, y la conocida por todos “L.A. Confidential”.

La Dalia y De Palma

“La Dalia Negra”, parte de la amistad de dos policías ex-boxeadores Bucky Bleichert (Josh Hartnett), Lee Blanchard (Aaron Eckhart) que gracias a diversas circunstancias logran convertirse en detectives reputados que están a cargo de investigar y luchar contra el crimen en una de las ciudades más corruptas y peligrosas, Los Ángeles. Lee vive con Kay Lake (Scarlett Johansson) una joven que representa el ideal de mujer todo hombre en esa época. Junto a Bucky los tres forman un extraño triangulo de amistad y amor. El asesinato de la Joven y aspirante a actriz Elizabeth “Betty” Short, obsesiona y consterna, a ambos protagonistas quienes observan continuamente, las pruebas de cámara que realizo la aspirante a actriz “Betty” interpretada por Mia Kirshner[2].

Y es en relación precisamente a este asesinato que aparece Madeleine Linscott (Hilary Swank) joven heredera que vive una doble vida como dama de sociedad en el día, y en las noches en clubs de lesbianas de los bajos fondos.

De Palma con la “Dalia Negra” utiliza mucho de sus trucos de cámara y edición ya conocidos en otras de sus películas (un ejemplo de esto lo podemos ver en la pelea de box, nótese como el actor aparece enfocado en primer plano y los espectadores aunque alejados están dentro del cuadro). La edición puede parece efectista (y ciertamente se ha criticado el film por eso) pero va perfecto con el clima de culpa. Ese saber de que uno arrastra algo consigo, que se intenta crear durante todo el film. El modo en que se ha representado la ciudad de los Ángeles, dándole matices de ser irreal, y falsa, suerte de parque temático, hace que se resalte más el contraste entre el propio Los Ángeles y la tierra de las apariencias “Hollywoodland” que ella alberga. De Palma juega muy bien con la clave de que nada es lo que aparenta ser, que todo es simple imagen y apariencia, la cual se esfuma al verla de cerca. El vestuario y los colores representan las aspiraciones de los personajes, los colores que utilizan intentan ser reflejo de lo que desean ser, pues aunque cada uno se sabe apariencia, lucha por converse así mismo y a los demás, que son lo que muestran.

Josh Hartnett da una buena actuación, junto Eckhart, el primero maneja muy bien su papel de tipo de apariencia buena y amable pero soso y a la vez distante, el cual intenta en sus cavilaciones convencernos y convencerse de que es alguien sin grandes convicciones ni aspiraciones, y que sabe que lo que tiene más a la mano es subsistir. Por su parte, Eckhart es esa contraparte que también oculta cosas, pero no niega ni reprime sus ambiciones, y va tras ellas, se convierte cada vez más en lo que no desea convertirse su compañero. Sus contrapartes femeninas cada una con una particular sensualidad, aportando matices diversos y atrayentes. Si bien a Scarlett Johansson (Kay Lake) no le han faltado papeles en los dos últimos años, y por lo general utilizan su físico para desde el construir sus personajes, su actuación esta a tono con el personaje que representa, esa apariencia de mujer seductora que se va difuminando y se convierte en la hermana, en la compañera, en la María Magdalena. En el caso de Hilary Swank (Madeleine Linscott) otra actriz que ha utilizado su físico para construir sus personajes, se nos presenta como una mujer obsesionada con la apariencia de la asesinada Betty, es la Femme fatal que sirve de contraste con la mirada que expresa Mia Kirshner interpretando a Elizabeth Short. El rostro de ambas se contraponen como en un claroscuro, uno ve el de Swank y en otro cuadro ve el de Kirshner (quien actúa muy bien) y el primero se opaca totalmente, es simple remedo, reforzando perfectamente la condición de belleza que embruja de la segunda.

“La Dalia Negra” es una película de símbolos e imágenes, de soliloquios y cavilaciones. Para buena parte de la crítica una obra fallida de Brian De Palma, para nosotros un buen relato, contado con propiedad.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.





[1] La Famosa akrasía Aristotélica, la misma que conflicto tanto a San Pablo.
[2] Como dato a tener en cuenta, es que la voz del director que dirige la prueba de cámara es el propio De Palma.

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