martes, 16 de enero de 2007

2046 (Wong Kar-Wai/ 2004)




2046 (Wong Kar-Wai/ 2004)

Dirección: Won Kar-Wai.

Reparto: Tony Leung (Chow Mo Wan) Gong Li (Su Li Zhen) Takuya Kimura (Tak Kimura) Faye Wong (Wang Jing Wen) Zhang Ziyi (Bai Ling)

Guión: Won Kar-Wai.

Fotografía: Christopher Doyle, Lai Yiu Fai, Kwan Chi Leung

Música: Peer Raben, Shigeru Umebatashi

“2046”, es un relato polisemántico, esto es, de diversos sentidos, un relato abierto, que se revela de a pocos, para volver a ocultarse. El titulo del film, no sólo remite a la habitación del “Oriental Hotel”, lugar de fijación, de engaños y desengaños, ni al año al que hay que escapar, en donde no pasa absolutamente nada y uno es capaz de recuperar los recuerdos perdidos, sino que incluso apela a la promesa hecha por el gobierno de China Continental, de que nada cambiaría en Hong Kong después de que recuperara su autonomía en 1997, luego de haberse encontrado bajo el poder de los ingleses por más de 100 años. Al respecto nos dice Wong Kar-Wai: "Cuando el Gobierno de China prometió 50 años sin cambios, pensé que debía hacer una película sobre las promesas, sobre cómo las cosas pueden permanecer sin cambios durante toda la vida”.

Un lugar común en la historia humana es el correspondiente al “que hubiera sido si”, el cual Wong Kar-Wai recoge de manera exquisita. La melancolía por lo que no fue y uno sigue pensado que pudo ser. El recuerdo que no nos deja, no nos abandona. La angustia que uno debe llevar debido a las decisiones tomadas, y la conciencia final, de que no pudieron ser tomadas de otra forma.

Así como Proust se enfrentó al tiempo y a la memoria, y logró encontrar un tiempo personal, no lineal, y una memoria en la que los recuerdos fluían unos a otros, donde el más pequeño detalle nos llevaba hacía nuevas historias y nuevos recuerdos, pues así, aquello que intentamos olvidar regresa a nosotros y no nos deja; y lo que habíamos visto desde una perspectiva, con el paso del tiempo, se nos muestra con otro matiz. Lo mismo sucede en el caso de Wong Kar-Wai. Su relato nos muestra breves historias entrecortadas, que se cruzan y complementan entre sí, como un bolero, sutil y amargo, que nos relata los contratiempos de el amor no correspondido. La saudade, aquella tristeza por ausencia, recorre cada cuadro del film. La música y la fotografía completan este cuadro, que le permite a Wong Kar-Wai, como en los grandes boleros cantados por el genial Rolando Laserie decir: “Tenía que ser así”.


Juan Alberto Gonzales Hurtado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno este es uno de mis directores preferidos... y es una también de las mejores peliculas que he visto. recuerdo que cuando terminó me dije "esto es poesía visual" y pues el modo en que won kar wai nos entrega esta historia emotiva llena de recuerdos y situaciones de un futuro inexistente y plagado de incertidumbre... fue increible el modo de enlazar tanta sensibilidad en una cinta... antes tengo q decirte que esta pelicula se enlaza con In the mood for love y algunos dicen q también con la primera pelicula que realizó... que también son muy buenas... In the mood for love también es otra suma de inestabilidad amorosa y encuentros con parlamentos cargado de necesidad de amor... demasiado bueno. saludos