sábado, 7 de noviembre de 2009

Has Anybody Seen My Girl? (Douglas Sirk/1952)





Has Anybody Seen My Girl? (Douglas Sirk/1952)

Dirección: Douglas Sirk
Reparto: Rock Hudson (Dan Stebbins), Piper Laurie (Millicent Blaisdell), Charles Coburn (John Smith/Samuel Fulton) Gigi Perreau (Roberta Blaisdell), Larry Gates (Charles Blaisdell), Lynn Bari (Harriet Blaisdell), William Reynolds (Howard Blaisdell)
Guión: Joseph Hoffman. Basado en el relato de Eleanor H. Porter.
Música: Hermman Stein
Fotografía: Clifford Stine
Productor: Ted Richmond
Editor: Russell F. Schoengarth

Sinopsis
Un anciano millonario ha decidido inmiscuirse en el futuro de la familia de la mujer que en su juventud amo.

Sirk en clave de musical

Los críticos de Douglas Sirk, asumen sencillamente que este film fue realizado decididamente a pedido y por cumplir su rol de director de planta de la Universal. Sin duda hay algo de verdad en esto, pero la manera en que Sirk asume el musical, es construyendo una critica demoledora de la sociedad norteamericana. Y es que en Sirk (no podía ser de otra forma), tanto color esconde sencillamente la ironía más grande.

El film se construye a partir de la clave de la comedia romántica clásica, hay que casar a una joven pareja, pero antes de ello, deberán pasar por una serie de peripecias, hasta llevar a un impasse o situación aporética que es resuelta por un Deus ex Machina. En la que no puede faltar un senex (anciano, a veces sabio), como vehiculo de resolución de conflictos o desde donde se originan estos.

El caso del senex (interpretado por Charles Coburn), construido por Sirk, es una suerte de identidad venida no solo de lejos, sino que juega a pasar por un igual. Además cumple el rol del que impide y a la vez permite el matrimonio de la joven pareja. Este senex, que como dijimos viene de afuera, cree, como los dioses en las tragedias griegas, que lo bueno para ellos, es lo bueno para los humanos. Así que cuando decide darles un “don” (cien mil dólares) a la familia Blaisdell que lo acoge en su casa, lo hace confiado que esta suma hará feliz a la familia. Lo cierto es que Sirk, como siglos atrás Eurípides, sabía que el “don”, no cambia a la persona que lo recibe, solo potencia lo que hay ya en ella. Creer que la familia buena y pobre, cambio solo por el dinero y que en ella se encierra la moraleja u enseñanza del film, es una ingenuidad. Sirk, ya nos había mostrado, que la única razón por la que la familia Blaisdell (en concreto la madre), aceptan como huésped al extraño venido de afuera (Charles Coburn), no es por cordialidad, sino por la promesa de recibir dinero a cambio del hospedaje.

Y esta avaricia retratada por Sirk, no es pesimismo o escepticismo ante lo humano, es sencillamente lo humano haciéndose presente. Se olvida lo humano, precisamente cuando se quiere ver solo la bondad tras las buenas costumbres. Sirk retrata a la sociedad norteamericana, no con el afán de burlarse de ella, sino que es ella, la sociedad la que esta ansiosa de verse en el espejo que le coloca Sirk.

En el caso de este film, el espejo se sitúa en los años veinte, antes del crack económico y en plena “ley seca”. Sirk elige como es usual un pequeño pueblo de Nueva York, que parece de postal, con la pérgola en el centro de la plaza central y la cruz en la punta de la iglesia. No es una urbe en la que los valores se han diluido, sino que en apariencia aún se conservan. Además se mira con cierta melancolía la década del veinte, como aquellos inocentes viejos tiempos.

Pero este pequeño pueblo, no ha sido inmune de los nuevos ritmos y costumbres que practican los jóvenes. Nos referimos al Ragtime[1], con sus particulares pasos de baile, el Foxtrot y el Charleston. Además se pasa el tiempo en la Drugstore, la cual se encuentra abastecida de una sección en que se expende helados y gaseosas. Y la que solo es tolerada afirma el dueño, por el dinero que produce. Esta afirmación en apariencia anodina, marca la pauta del film, lo aceptado en Norteamérica, no es necesariamente lo admitido por el ethos (es decir, las costumbres de la comunidad), sino por el dinero que hay alrededor. O mejor dicho, el ethos se construye y reconfigura decididamente en relación al dinero. Y eso se realza cuando la familia pobre, es admitida en sociedad, por la pequeña fortuna que ha heredado, y que el chisme se ha encargado de exagerar. Ellos importan en tanto hay dinero de por medio. Lo cual no es asumido solo por los ricos, sino por los propios “nuevos ricos”. Y que se excusan en la figura del sueño efimero hecho realidad, por la fortuna despilfarrada.

Este film, en apariencia alejado de los melodramas que lo harán famoso en Hollywood en años posteriores, inicia la simiente de lo que será el cine de Sirk en los cincuenta. Con films llenos de estrellas, con imágenes cuidadas y bellas. Con historias de final feliz, que hacían caer cientos de lagrimas y que regresaban a cientos de mujeres a casa tranquilas, sabiendo que siempre habrá un mañana. Pero que muestran a la vez una sociedad intentando ocultar tras un velo de color, las culpas por un pasado nada glorioso. Y no es que Sirk crea que la hipocresía sea exclusividad norteamericana, no. Sencillamente, es el lienzo en el que le toca retratar la condición humana. Un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

Post Data
Como dato curioso, un joven James Dean aparece, en una pequeña escena del film, en lo que parece su primera aparición en el cine. El modo en que lo hace no podría ser de otra manera, a un lado de la barra del Drugstore, pidiendo ser atendido, con actitud despreocupada por las formas.




Además es bueno resaltar que es con este film que inicia la relación director-actor, entre Douglas Sirk y Rock Hudson.



[1] La canción que da nombre al film se llama “Five Foot two, Eyes of Blue” creada por Ray Henderson (música), Sam Lewis y Joe Young (letra). La letra nos habla de un hombre que no conoce ya a su novia pues se ha vestido de Flapper. Algo similar pasa en el film de Sirk.

jueves, 30 de julio de 2009

Frozen River (Courtney Hunt /2008)




Frozen River (Courtney Hunt /2008)

Dirección: Courtney Hunt.
Reparto: Melissa Leo (Ray Eddy), Misty Upham (Lila), Charlie McDermott (T.J.), Mark Boone Junior (Jacques Bruno), Michael O'Keefe (Trooper Finnerty), Jay Klaitz (Guy Versailles), John Canoe (Bernie), Dylan Carusona (Jimmy), Michael Sky (Billy Three Rivers), Nancy Wu (Chen Li).
Guión: Courtney Hunt.
Productores: Heather Rae y Chip Hourihan.
Fotografía: Reed Morano.
Editor: Kate Williams.
Música: Peter Golub y Shahzad Ismaily.
Vestuario: Abby O'Sullivan.

Sinopsis
Es navidad al norte del estado de Nueva York, cerca de la frontera con Canadá. Ray Eddy (Melissa Leo) acaba de ser abandonada con sus dos hijos, de quince y de cinco años, por su esposo adicto a las apuestas. Intentando encontrarlo, conoce a Lila (Misty Upham), una joven Mohawk que la introduce en lo que ella denomina “el comercio entre naciones”.

Sobre el Film
En el 2008 Frozen River[1] recibió un gran número de críticas positivas, dada la manera sencilla en que es narrado el film. Esto sin duda a dos elementos, a la dirección y a las actuaciones de Melissa Leo[2] y Misty Upham[3]. Y es precisamente esa sencillez la que marca cada cuadro del film. Son dos mujeres en necesidad (provenientes de tradiciones distintas), ambas madres, y es esta situación la que las confronta y las une.
A ambas las mueve no la ambición sino el amor a su familia y el sentirse cansadas de ser engañadas. Relación que se enmarca en temas tan complejos como los son el trafico de personas, la discriminación (por género y raza) y la autonomía de lo pueblos indígenas en países como Estados unidos y Canadá[4].
De ahí que uno sepa reconocer el manejo de Hunt, sin forzar la historia nos coloca ante problemas que no son discutidos o vistos comúnmente. Las situaciones que van afrontando Ray y Lila reflejan el abandono y el desinterés que sufren buena parte de la población en estos lugares, son rostros no vistos tanto de sociedades desarrolladas, como de pueblos indígenas. Un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.


[1] En los premios Sundance, gano el gran premio del jurado y estuvo nominada a los Oscars por mejor actriz (Melissa Leo) y por mejor guión (Courtney Hunt).
[2] Quien tiene una carrera de más de veinte años, en la que por lo general asume papeles de figurante o actriz de reparto. Y a quien conocemos por su participación como actriz de reparto en films como Los tres entierros de Melquíades Estrada, o por su participación en series como La ley y el Orden, Cold Case y The L Word.
[3] Ambas ya habían trabajado con Hunt en el 2004 realizando un cortometraje sobre el mismo film. El cual fue presentado y premiado en el festival de Nueva York de ese año.
[4] Temas que la directora ha sabido insertar en su guión debido a su formación de abogada especializada en temas de derechos civiles y en derecho constitucional.

sábado, 13 de junio de 2009

Good (Vicente Amorin/2008)


Good (Vicente Amorin/2008)

Dirección: Vicente Amorim.
Reparto: Viggo Mortensen (John Halder), Jason Isaacs (Maurice), Jodie Whittaker (Anne), Mark Strong (Bouhler), Steven Mackintosh (Freddie), Gemma Jones (madre de Halder), Anastasia Hille (Helen), Ruth Gemmell (Elisabeth), David de Keyser (Mandelstam).
Guión: John Wrathall; basado en la obra de C.P. Taylor.
Productor Miriam Segal, Sarah Boote, Kevin Loader, Dan Lupovitz y Billy Dietrich. Fotografía: Andrew Duna.
Edición: John Wilson.
Vestuario: Györgyi Szakács

Sinopsis
John Halder es profesor de literatura a inicios del treinta del siglo pasado en Alemania y ha escrito una novela sobre la posibilidad de otorgarle una muerte digna a quienes amamos. La novela le abrirá posibilidades de ascenso no previstas en una Alemania que esta empezando a abrazar el nazismo.

Sobre el film
Este film de Amorin se encuentra basado en la obra de teatro del mismo nombre de C.P. Taylor. Y muy bien adaptado por John Wrathall a las posibilidades del lenguaje cinematográfico. Hacemos mención de esto pues hay que tener presente que la versión de Taylor se centraba en la psique de su protagonista y se servia de muchos elementos teatrales para hacernos conscientes de el tour de force que implica vivir en una Alemania tan incierta como la del nazismo. En el caso del film, Amorin procura centrarse también en el personaje. Y sin duda la genial actuación de Mortensen hace posible esto, ya que nos acerca a la angustia, al deseo, a la ambición y al miedo del buen John Halder. Quien en momentos de tensión extrema escucha Mahler intentando escapar de la realidad que lo agobia. Más allá del tema del nazismo y sus terribles consecuencias, el film trata del peligro de olvidar deliberar y solo actuar ocultándonos tras la creencia que hacemos el bien. Lo cual nos da la posibilidad de vernos reflejados en el espejo en que se convierte Halder. Es descubrir no al monstruo sádico y perverso, sino a aquel que se esconde en la sencilla respuesta que daba Eichmann: me comportaba simplemente, como todo buen alemán de la época haría . Un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

Departures/Okuribito (Takita, Yojiro/2008)


Departures/Okuribito (Takita, Yojiro/2008)

Dirección: Yojiro Takita.
Reparto: Masahiro Motoki (Daigo Kobayashi), Ryoko Hirosue, Tsutomu Yamazaki, Tetta Sugimoto, Kimiko Yo, Takashi Sasano, Kazuko Yoshiyuki.
Guión: Kundo Koyama. Inspirado en la novela autobiografica de Shinmon, Aoki, Coffinman: The Journal of a Buddhist Mortician.
Productor: Toshiaki Nakazawa. Fotografía: Takeshi Hamada.
Edición: Akimasa Kawashima.
Vestuario: Katsuhiko Kitamura.

Sinopsis
Daigo
toca el violonchelo desde niño a pedido de su padre y se desempeña en una orquesta sinfónica en Tokio. Es lo que ha hecho durante toda su vida, pero un giro del destino lo hará regresar junto a su esposa a Yamagata, su pueblo natal en donde encontrará la dicha en un empleo poco habitual.

Sobre el film
La muerte en muchas culturas es una experiencia que nos embarga por su extrañeza. Si bien es una situación inexorable por nuestra condición de seres finitos, lo cierto es que la rechazamos y huimos de ella. Departures/Okuribito (ganadora en los premios Óscar de este año como mejor película extranjera) nos muestra la posibilidad de encontrar a través de un rito la posibilidad de conciliar la pérdida y poder dejar partir al ser amado. Ese rito es el del nōkan (納棺), práctica perteneciente al budismo, el cual consiste en realizar la purificación y preparación de un cuerpo para que este sea incinerado. En este rito el cuerpo es tratado con suma delicadeza para crear una última imagen bella ante sus seres queridos. Es así que el nōkan nos permite encontrar la estética de la vida en nada menos que un cadáver. Daigo se inicia en este negocio de manera casual, pero descubre en él, la delicadeza y cuidado que todo arte y todo rito tiene en el Japón. Es decir, una acción no se reduce a conseguir un propósito determinado, es el modo en que se realiza lo que distingue a un arte. Además encuentra en la muerte, la intensidad que había perdido en relación a la vida. Finalmente, Daigo al iniciarse en este rito descubre (parafraseando a Kierkegaard) que para comprender nuestra vida se requiere mirar hacia nuestro pasado, lo cual nos permitirá poder vivir mirando hacía delante. Sin duda un film que hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

miércoles, 25 de marzo de 2009

In Bruges (Martin McDonagh /2008)




In Bruges (Martin McDonagh /2008)

Dirección: Martin McDonagh.
Reparto: Colin Farrell (Ray), Brendan Gleeson (Ken), Ralph Fiennes (Harry), Clémence Poésy (Chloë), Jérémie Rénier (Eirik), Thekla Reuten (Marie), Jordan Prentice (Jimmy).
Guión: Martin McDonagh.
Productores: Graham Broadbent y Pete Czernin .
Fotografía: Eigil Bryld.
Editor: Jon Gregory.
Música: Carter Burwell.
Vestuario: Jany Temime.

Sinopsis
Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson) son un par de asesinos de Londres que luego de un trabajo han sido mandados a la ciudad Belga de Brujas, por su jefe Harry (Ralph Fiennes) a esconderse y a esperar órdenes. Lo que parece ser unas vacaciones forzadas en una pequeña y placida villa medieval, se irán convirtiendo de a pocos en la oportunidad para estos dos sicarios de ir pensando que tan conformes se encuentran con sus vidas.

Sobre Martin McDonagh
In Bruges[1] es la opera prima de Martin McDonagh[2], a quien en Lima conocemos por dos de sus obras de teatro, nos referimos a “El hombre almohada” y “El teniente de Inishmore”. Ambas obras se distinguen por su uso de la crueldad como un elemento desde el cual desarrollar la trama. Por ello, algunos críticos han desestimado la calidad de sus obras acusándolas de efectistas, ya que, se vale de la exageración y el ridículo para impresionar. Por otra parte, los que defiende este uso de la violencia, sustentan que su presencia extrema muestra lo absurdo de esta. Creemos que en el caso de McDonagh, la violencia no solo sirve para impactar al espectador, sino que es desde ella, que se busca iniciar la reflexión, pero no en el sentido de mostrarnos lo ridículo de la violencia, sino en que reparemos sobre la presencia que esta tiene en nuestras vidas y que frecuentemente intentamos no ver.

Sobre el Film
Desde la tragedia griega, la violencia, y su impacto en nuestros sentidos más primarios, ha sido un elemento desde el cual se parte cualquier proceso de cavilación sobre la condición humana. El hombre en la Grecia antigua y el hombre de nuestro tiempo, intentan con el mismo fervor alejar el conflicto de su vida, y ambos solo logran acercarse con mayor velocidad a él.
La espera en Brujas, coloca a Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson) en una situación muy particular, la de empezar a pensar en su vida. Esto los lleva a creer que su vida debe ser dirigida por algún propósito. De ahí que la trama de “In Bruges”, nos presente la crisis que atraviesan un grupo de personajes que a pesar de vivir al margen de la ley, se aferran a la práctica de ciertos códigos de conducta.
Los personajes de McDonagh nos muestran sus neurosis, exacerbando el valor del honor en un intento por encontrar sentido a la vida. Principios o códigos que se constituyen desde un ámbito muy particular, el yo. Exigen además, algo que parece, nadie en nuestra sociedad de consumo está dispuesto o en capacidad de ofrecerles, un reconocimiento fuera de la relación de costo beneficio. Qué duda cabe que vivimos en una sociedad que se encuentra alejada de los códigos tradicionales de honor y virtud. Por el contrario somos una sociedad que parece responder únicamente al pragmatismo, así como a concebir el éxito exclusivamente a partir de los resultados. Sociedad en la que todo es una mercancía o está en capacidad de serlo. De ahí que el drama pareciera residir en que nadie parece entender ni interesarle, el valor que alguien le puede dar en la actualidad a estos valores de antaño.
En realidad creemos que el sinsentido se produce al intentar encontrar una razón a la existencia. En ese ridículo que implica ir detrás de un simple Cliché[3] se encierra la tragedia humana para McDonagh. Como decíamos, esa melancolía por vivir bajo ciertos códigos de honor, se hace tan absurda para los otros, que es vista sencillamente como locura.

Algunas notas de Nietzsche
Por otro lado, nuestra época sufre de una apatía constante, ya que añora melancólicamente la supuesta pérdida de la versión original, una suerte de saudade (tristeza por ausencia) por lo real. Vivimos pensando que solo nos quedan las copias, y que por ello cuando nos enfrentamos a lo que está (supuestamente) a la base de todas las representaciones, no tenemos ya la capacidad de poner en valor a lo real. Esta neurosis ya la describía bien hace más de un siglo Nietzsche al hablarnos del Nihilismo. Esa enfermedad por vivir añorando un tiempo en que la verdad, la realidad en sí existía. Nietzsche contrapone al nihilismo la voluntad de poder que implica ver la vida a partir del transcurrir del tiempo. Es dejar de evadir el conflicto de nuestras vidas y abrazar el dolor de la existencia. La vida no tiene ningún sentido, y ello no debe producir en nosotros ninguna sensación de angustia o de ansiedad. Mencionamos esto pues los personajes de McDonagh en este film, buscan evadir la apatía y desapego por la vida, intentando de cualquier forma sentir algo. Y nos muestran la duro que se nos hace asumir el rol que juega el absurdo en nuestra existencia. De ahí que podamos decir que es un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.


[1] Llamo la atención de la prensa por sus múltiples nominaciones a los BAFTA, a los Globos de Oro y a los Oscars, entre otros premios.
[2] Aunque hay que indicar que tiene ya un cortometraje premiado (gano un Oscar) en su haber, nos referimos a Six Shooters (2004). El cual mantiene el uso del humor negro que ya es característico en su obra.
[3] La razón de escoger una ciudad (como nos lo recuerdan constantemente los personajes en el film) como Brujas, que aunque real, pareciera salida de un parque temático, se engarza totalmente con este otro ámbito en que se manejan los personajes del film.

The Visitor (Thomas MaCarthy/2007)



The Visitor (Thomas MaCarthy/2007)
Dirección: Thomas MaCarthy.
Reparto: Richard Jenkins (Walter Vale), Tarek Khalil (Haaz Sleiman), Danai Jekesai Gurira (Zainab), Hiam Abbass (Mouna Khalil), Marian Seldes (Barbara).
Guión: Thomas MaCarthy.
Productores: Omar Amanat, Michael London, Mary Jane Skalsky.
Fotografía: Oliver Bokelberg.
Editor: Tom McArdle.
Música: Jan A.P. Kaczmarek.
Vestuario: Melissa Toth.

Sobre el director y su obra
Thomas MaCarthy[1], tiene únicamente dos films[2], pero su manera íntima de dirigir, da la apariencia de un director de oficio y curtido, que se encuentra alejado por la experiencia, de manierismos y trucos, ya que posee un estilo sutil de acercarnos a sus personajes. Hace un par de años tuvimos en el cable la oportunidad de ver su comentada opera prima The Station Agent[3], la cual nos cuenta el encuentro de tres personajes totalmente disimiles entre sí. El protagonista es Finbar McBride (Peter Dinklage) quien sufre de enanismo y ha trabajado toda su vida en una tienda especializada de trenes a modelo. En ese espacio siempre se ha sentido seguro, ya que logra evitar la mirada curiosa e incómoda ante su condición. Pero luego de la muerte de su amigo y dueño de la tienda, se muda a la New Jersey rural a vivir a una pequeña y abandonada estación de trenes. En el pequeño poblado, Finbar espera poder pasar desapercibido. Pero conoce, a pesar de su intento de alejarse de todos (pues se considera un solitario), a Joe Oramas (Bobby Cannavale). Quien reemplaza a su padre en su local ambulante de hot dogs, que se encuentra en las inmediaciones del lugar en que vive Finbar. Joe se convierte en la contraparte de Finbar, si este es melancólico, metódico y pesimista, Joe es todo lo contrario. A ellos se suma Olivia Harris (una genial Patricia Clarkson) una artista plástica que no logra superar una tragedia que cambio su vida. Las relaciones entre estos personajes, nos muestra la posibilidad de vivir la soledad de a tres.

Acerca del Film
Si un elemento, comparten los films de MaCarthy, es colocar a sus protagonistas fuera de sus zonas seguras. Esto lo hace a través del duelo. La muerte se abre como una zona liminal, de transito, desde la cual curiosamente y aunque suene idílico, nace una nueva vida. Si en el caso de Finbar la muerte de su mejor amigo, lo lleva a mudarse y termina conociendo a nuevas personas que ingresan a su vida, en The Visitor, el viejo profesor de economía Walter Vale (interpretado por un genial Richard Jenkins[4], quien tiene en sus contrapartes actores que le brindan en todo momento las posibilidades para construir una gran actuación), se encuentra en duelo permanente por la muerte de su esposa. Y será ese duelo el que lo lleve a empezar a reencontrarse. A saber que no hay edad para aprender a acoger como tus iguales a personas que no te son cercanas, por raza, cultura o profesión. Que son tus iguales por que aman igual que tu, vivir.
De ahí que podamos decir que, The visitor es una historia construida en la confianza del director en la capacidad de sus actores. Son ellos los que nos hacen creer en la trama, son ellos los que le dan piel y carne al film. Finalmente nos queda por decir que es una historia sobre la otredad como medio de alcanzar encontrar nuestra propia identidad. Es ver este viaje de encuentro de uno mismo, a través de unos otros que me son (en apariencia) totalmente diferentes a quien yo imagino o supongo ser. Un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Ganador por “The visitor” del Independent Spirit Awards.
[2] Los cuales ha dirigido y escrito. Su carrera se ha construido principalmente como actor de reparto en diferentes films, pero sobretodo en diversas series de televisión, entre ellas The Wire, Law & Order, Boston Public, entre otras.
[3] Entre los variados premios que gano, se encuentra un BAFTA ha mejor guión.
[4] El cual fue nominado en la categoría de mejor actor en el Oscar de este año, y que gano por este film premios en ese rubro en festivales internacionales como el de Moscú y el de Brisbane en Australia.

domingo, 1 de febrero de 2009

Sketches of Frank Gehry (Sidney Pollack /2006)


Sketches of Frank Gehry (Sidney Pollack /2006)
Dirección: Sydney Pollack.
Productor: Ultan Guilfoyle.
Fotografía: George Tiffin, Claudio Rocha y Marcus Birsel.
Editor: Karen Schmerr.
Música: Claes Nystrom y Jonas Sorman.

Synopsis
The famous director Sidney Pollack, takes us to discover, from the sketches written by the architect Frank Gehry[1], not just to the genesis of his art work, but introduces us in the creative process of one of the most interesing and influencial men of our times.
About the Film
In the ancient Greece, architects and their purpuse were conceived as the articulator of human efforts. He was a man of τέχνη (techné), the one who had enough knowledge to conceive a concept (design it) and produce an object(construct it). The concept of τέχνη (from where the tecnique comes from), as time passed by, was just seen through is production consideration, loosing somehow, its creative aspect and conception.
Along the film, Gehry’s image let us find within him, the man with τέχνη, the processes from which his pieces had been taking shape and the elements that had let him foreseen desings that challenge the principles of construction and edification and the capacity to make them true. Gehry’s work is con conceptual, he designs to make his sketches become structures that transform the space that lodges them.
Lets take under consideration the relationship between Arquitecture have always had with power. Design had been a commodity that only a very reduced group had enjoyed, due the expensive costs that require to develop a project an make it come true.
Last century, with the masification of almost everything, arts included, shows us the presence of Design in our lives. That’s why it becomes so interesting to know and learn about the work of an avante- garde artist in the fileld of design, because architecture reflections are about spaces in which our lives develop and happen, call it home, office, entertainment, religious practices, etc.
Frank Gehry’s work invite us to think and consider arquitecture as a profesión, considering the profesional who works it. Gehry shows us the possibility of watching the architect not as a simple producer, but as an artist, as a man with the power and capacity to take us to an absolut aesthetic experience, in which man really considers, stares and gets in touch with the space sorrounding him. He achieves it due to the managing forms, objects, and of course, the way he forseens how light will interact with his work.
To have the opportunity to watch a documental on Gehry’s work, is the best way to get close to this art that implys watching in an empty space a design that adequates to it.

JUAN ALBERTO GONZALES HURTADO.
Traducido por: Paola Fattorini.

[1] Who has become a cultural reference. Lets remenber the chapter from "The Simpsons”, 16th seasson ( The Seven-Beer Snitch /2005) in which Springfield builds a concert auditorium with a Gehr’s design (whom by the way, participates with his own voice in that episode). The auditórium looses its attractiveness y finaly ends up becoming the new penitenciary of the city.
Without a doubt, a reference from the critics that Guggenheim Museum received in Bilbao.

domingo, 25 de enero de 2009

Sketches of Frank Gehry (Sidney Pollack /2006)


Sketches of Frank Gehry (Sidney Pollack /2006)
Dirección: Sydney Pollack.
Productor: Ultan Guilfoyle.
Fotografía: George Tiffin, Claudio Rocha y Marcus Birsel.
Editor: Karen Schmerr.
Música: Claes Nystrom y Jonas Sorman.

Sinopsis
El afamado director Sidney Pollack, nos lleva a descubrir a partir de los sketches (los borradores) del arquitecto Frank Gehry[1], no solo la génesis de su obra, sino que nos introduce en el proceso creativo de uno de uno de los hombres, más interesantes e influyentes de nuestro tiempo.

Sobre el Film
Los griegos antiguos, concebían al arquitecto y su función como aquel articulador de los esfuerzos humanos. Era un hombre con τέχνη (techné), es decir, aquel que tenía el conocimiento necesario para conceptuar (diseñar) y producir un objeto (construir). El concepto τέχνη (de donde proviene técnica) con el tiempo solo fue visto a través de su matiz de producción, de esta manera, perdió su aspecto creativo y conceptual. La figura de Gehry nos permite encontrar en él al hombre con τέχνη, ya que durante el film podemos ir viendo los procesos por los cuales se han ido constituyendo sus obras. Los elementos que le han permitido no solo vislumbrar diseños que desafían los principios de construcción y edificación, sino la capacidad de realizarlos, pues la obra de Gehry no es conceptual, él diseña para lograr que sus bocetos se conviertan en estructuras que reconfiguren el espacio que las alberga.
Hay que hacer notar, la relación que la Arquitectura ha tenido siempre con el poder. El diseño ha sido un bien del cual solo un grupo reducido ha podido disfrutar dado los altos costos de requieren diseñar un proyecto y llevarlo acabo. Sin duda en el siglo pasado y la masificación de todo, incluidas las artes, nos muestran la presencia en nuestras vidas del diseño. De ahí que se vuelva tan interesante conocer la obra de un artista de vanguardia en esta área del diseño, ya que la arquitectura reflexiona sobre los espacios en que se desarrolla nuestra vida. Llamase vivienda, trabajo, diversión, práctica religiosa, etc.

La obra de Frank Gehry nos enfrenta a pensar en la arquitectura como profesión y al profesional que la ejerce. Gehry nos muestra la posibilidad de ver al arquitecto no como un mero productor, sino principalmente como un artista, como un hombre con la capacidad de llevarnos a una experiencia estética total, en la que el hombre no solo repara en el espacio que lo rodea, sino que se pone realmente en contacto con él. Y esto es gracias al manejo que tiene de las formas, de los objetos, así como al modo en que logra vislumbrar la manera en que la luz va interactuar con sus obras.
Tener la oportunidad de ver un documental sobre la obra de Gehry, es sin duda la mejor forma de acercarse a este arte que implica el ver en un espacio vacío un diseño que se adecue a él.
JUAN ALBERTO GONZALES HURTADO.


[1] Quien sin duda se ha convertido en una referencia cultural. Basta recordar un capitulo de “Los Simpsons” de su temporada 16 ( The Seven-Beer Snitch /2005) en que en Springfield se construye una sala de conciertos, con un diseño de Gehry (quien por cierto participa del capitulo con su voz), el auditorio de conciertos pierde su atractivo y finalmente termina convirtiéndose en la nueva penitenciaria de la ciudad. Sin duda una referencia a partir de las críticas que recibió el diseño del museo Guggenheim en Bilbao.