miércoles, 26 de diciembre de 2007

Eastern Promises (David Cronenberg/2007)


Eastern Promises (David Cronenberg/2007)
Dirección: David Cronenberg.
Reparto: Viggo Mortensen (Nikolai Luzhin), Naomi Watts (Anna Khitrova), Vincent Cassel (Kirill), Armin Mueller-Stahl (Semyon), Sinéad Cusack (Helen), Jerzy Skolimowski (Stepan).Guión: Steve Knight.
Música: Howard Shore.
Productores: Paul Webster y Robert Lantos.
Fotografía: Peter Suschitzky.
Editor: Ronald Sanders.
Vestuario: Denise Cronenberg.

Sinopsis
Ana (Naomi Watts) es una obstetra que intenta descubrir a través del diario de una paciente muerta algún dato que la lleve a descubrir a la familia de esta. El diario la llevara a conocer más de lo que esperaba.
El rostro del mal

Cronenberg quien se cuestiona usualmente por la violencia y su sentido, nos trae en esta ocasión una historia que cuestiona el sentido de demarcar la línea que separa el bien y el mal. En clave de film noir, nos presenta ese otro mundo, ese que existe en paralelo al que todos observamos. El de comunidades estamentales, patriarcales, en que el orden y lo correcto se encuentra muy bien delimitado. Lo que para otros es una acción irracional o inhumana, leída desde los códigos de otros, es lo más común o lo necesario por hacer.
Con actuaciones muy cuidadas, como las de Vigo Mortensen (que hacer acordar en algo a la de Ed Harris en Una Historia de Violencia) y de Mueller-Stahl, el film nos va introduciendo de a pocos a un orden distinto, en el que nos es evidente que el mal está presente, pero sin duda Cronenberg, hace que este sea atrayente e incluso imponente.
Además parece disfrutar haciéndonos ver que la maldad no reside en el monstruo, en la bestia irracional, sino que está en el hombre más común, de rostro más amble y de modales más delicados. A no perdérsela.
Juan Alberto Gonzales Hurtado.

Cashback (Sean Ellis/2006)




Cashback (Sean Ellis/2006)
Dirección: Sean Ellis.
Reparto: Sean Biggerstaff (Ben Willis), Emilia Fox (Sharon), Shaun Evans (Sean), Michelle Ryan (Suzy), Stuart Goodwin (Jenkins), Michael Dixon (Barry), Michael Lambourne (Matt), Marc Pickering (Brian), Nick Hancock (Rory).
Guión: Sean Ellis.
Música: Guy Farley.
Productores: Lene Bausager y Sean Ellis.
Fotografía: Angus Hudson.
Editor: Scott Thomas y Carlos Domeque.
Vestuario: Victoria Russell.

Sinopsis

Ben está culminando su carrera de Arte, y acaba de terminar una relación amorosa que le ha provocado un insomnio severo, razón que lo lleva a buscar aprovechar las horas que le sobran trabajando en el horario nocturno de un supermercado.

Sobre Cashback

El director Sean Ellis, presento en el 2004 un corto titulado Cashback[1], el cual gano diferentes premios, entre ellos el del festival de Tribeca en New York. Impulsado por la buena acogida de su film, se decidió a alargarlo, y utilizar cada cuadro de su corto e incluirlos en su nuevo proyecto, así nace Cashback la película.

Atrapado por la luz

Ellis utiliza una fotografía cuidada, a través de la iluminación que brinda un espacio como el de un supermercado. Mezcla música de clásica, con una edición que podría denominarse efectista, pero que sin duda logra lo que intenta, que disfrutemos de la mezcla. Y que mejor espacio para descubrir la belleza que en el de la cotidianidad, en una época que se cuestiona (creemos que demasiado) los limites de aquello que es arte o no, aquello que es bello o no. Es refrescante poder regresar a una mirada estética, entendida esta en su sentido griego de "aisthesis", esto es, percepción del mundo a partir de los sentidos, y la relación que esta tiene con la creación, con la poíesis. Percepción y creación van de la mano, lo que connota en nosotros, lo que deja huella, será lo que busquemos expresar, comunicar.

La Belleza, el tiempo y un cuerpo de mujer

La belleza ha sido un tópico sobre el que se ha escrito, se ha dicho y se ha hecho mucho. Y, sin duda, dentro de ese tópico el cuerpo de mujer ha tenido un rol singular. En el caso de Ben (Sean Biggerstaff), es lo que lo llevara a encontrar en él aquello que lo deja absorto, aquello que le permite comunicarse con los otros.

Pues Ben, tiene una obsesión con contemplar (para ser más específicos, detener el tiempo en la mente, abstraerse del mundo por completo) no solo naturaleza muerta, sino por imaginar a las mujeres desnudas, y recorrer sus formas a través de su imaginación. Si bien pareciera ser que se cuenta la historia de un pervertido, en el caso de Ben podríamos decir que no es el caso, el solo intenta confrontarse a la belleza que tiene en su delante, tratar de sacar lo más que pueda de la experiencia que lo deja abstraído del mundo[2]. Belleza que le da sosiego y calma, pero que a la vez lo obsesiona y atrapa. Y es que Ben más que parecerse a Casanova o Henry Miller, que ven en cada mujer a la anterior y a la siguiente, cada mujer es el esbozo, el borrador de la mujer que busca, que desea encontrar, pero hará falta de paciencia y calma el poder encontrarla. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Les adjunto la dirección para que vean el corto http://www.youtube.com/watch?v=xTG7u1R6cUQ.
[2] Experiencia que finalmente es la que lo vuelve a comunicar y conectar con el mundo.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Rescate al amanecer (Werner Herzog/2006)



Rescate al amanecer (Werner Herzog/2006)
Dirección: Werner Herzog.
Reparto: Christian Bale (Dieter Dengler), Steve Zahn (Duane), Marshall Bell (almirante), Jeremy Davies (Gene), Pat Healy (Norman), Toby Huss (Spook), Evan Jones (Lessard).
Guión: Werner Herzog.
Música: Klaus Badelt.
Productores: Steve Marlton, Elton Brand y Harry Knapp.
Fotografía: Peter Zeitlinger.
Editor: Joe Bini.
Vestuario: Annie Dunn.

Sinopsis

Dieter Dengler (Christian Bale) es un alemán nacionalizado norteamericano, que en su primer vuelo de combate cae derribado en la selva de Vietnam.
Seres posesos
Quien mejor que Herzog para confrontar al hombre y la selva[1], para relatarnos una historia de supervivencia en una situación extrema. Herzog que está acostumbrado a utilizar personajes reales (Aguirre, Fitzcarraldo, Da Silva) historias de posesos, de seres obsesionados con una idea, individuos monotemáticos como él mismo. Historias de hombres que parecieran estar en post de poder, fama o gloria, pero que finalmente lo que intentan realmente es colocarse a sí mismo en la situación más hostil, para saber de que están hechos.
Bale, da una estupenda actuación, interpretando a este soldado obsesionado con regresar a casa, con escapar de la selva y recobrar su vida. Pero obsesionado sobre todo por saber quién es y que es capaz de soportar.
Ya los Griegos hablaban de lo sorprendente (y porque no añadir ambiguo) de la condición humana, esa capacidad para dominar y transformar la naturaleza, pero al mismo tiempo encontrarse a merced de ella. Y es que Herzog pareciera decirnos que en ese mundo de la naturaleza se invierte el orden del mundo, lo racional se vuelve blando, vacio, pierde forma y contenido, solo la obsesión, la locura se amolda a la naturaleza, de modo que se uno busca adaptarse a ella o incluso intentar doblegarla, deberá ser un verdadero poseso. A no perdérsela.
Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Solo la naturaleza, lo salvaje, ofrece el marco en que se pueden concebir los personajes de Herzog.

martes, 20 de noviembre de 2007

3:10 TO YUMA (James Mangold/2007)




3:10 TO YUMA (James Mangold/2007)
Dirección: James Mangold
Reparto: Russell Crowe (Ben Wade), Christian Bale (Dan Evans), Logan Lerman (William Evans), Dallas Roberts (Grayson Butterfield), Ben Foster (Charlie Prince), Peter Fonda (Byron McElroy), Vinessa Shaw (Emma Nelson), Alan Tudyk (Doc Potter), Luce Rains (Weathers), Gretchen Mol (Alice Evans).
Guión: Halsted Welles, Michael Brandt y Derek Haas; basado en un relato de Elmore Leonard.
Música: Marco Beltrami.
Productores: Cathy Konrad.
Fotografía: Phedon Papamichael.
Editor: Michael McCusker.
Vestuario: Arianne Phillips.

Sinopsis

Dan Evans (Christian Bale) es un ranchero pobre que no encuentra otra manera de conseguir el dinero para pagar su hipoteca, que conduciendo al peligroso pistolero Ben Wade (Russell Crowe) a un tren que lo lleve a la ciudad de Yuma a ser juzgado.

De pistolas y Coboyadas

Mangold (quien dirigió el Biopic de Johnny Cash) nos trae en esta ocasión un Western que le hace honor al género. Y esto es algo sin duda difícil de afirmar. El Western (o coboyada como lo conocemos en nuestro medio), es un género de larga data en los estados unidos. Sus historias y personajes están ligadas al cine norteamericano. Por lo cual contar algo que siga, mantenga y recree el género es algo poco usual de ver. Tal vez el film de Mangold no logre hacer estas tres cosas, pero de seguro cumple dos de ellas, veamos.

El honor es un tema recurrente en estos films, incluso los malos en muchos casos, reconocen y aprecian este bien. Y esto tal vez se pueda deber (entre otras razones) a que donde se desarrollan los western son territorios en que domina la fuerza y la violencia, con lo cual virtudes como la lealtad y la decencia son más que raros y extraños.

Otra característica que fue desarrollando el western fue la de pasar de protagonistas totalmente claros y diáfanos, es decir, un dechado de virtudes, al héroe silente, que lleva en los hombros el peso de un recuerdo, de una culpa[1]. Sin duda en ese desarrollo tuvo que ver el cine de Kurosawa, particularmente en su cinta Yojimbo (1961).

Mencionamos ambos elementos, pues creemos que están presentes en el film de Mangold, lo que no impide que llene la pantalla de peleas, pistolas y balas. Y una virtud fundamental del film es que nos tenga pegados al asiento durante las casi dos horas que dura (toda coboyada que se respete deber hacerlo), más que eso no se puede pedir, sin duda un film que no hay que dejar de ver.


Juan Alberto Gonzales Hurtado.
[1] Incluso se habla del western existencialista. Con Sam Shepard como uno de sus representantes más importantes. Ver el comentario que hicimos hace unos meses sobre “Paris, Texas” de Wim Wenders. “Dead Man” de Jarmusch es otro claro ejemplo de este tipo de western. En años más recientes tenemos como ejemplo “Los tres entierros de Melquiades Estrada” dirigida por Tommy Lee Jones.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Dias de Gloria/Indigènes (Rachid Bouchareb /2006)



Dias de Gloria/Indigènes (Rachid Bouchareb /2006)
Dirección: Rachid Bouchareb
Reparto: Jamel Debbouze (Saïd), Samy Naceri (Yassir), Roschdy Zem (Messaoud), Sami Bouajila (Abdelkader), Bernard Blancan (Martinez), Mathieu Simonet (Leroux), Benoît Giros (capitán Durieux), Mélanie Laurent, Antoine Chappey (coronel), Assaad Bouab (Larbi).
Guión: Rachid Bouchareb y Olivier Lorelle
Productor: Jean BréhatFotografía: Patrick Blossier.
Música: Armand Amar y Cheb Khaled.
Edición: Yannick Kergoat

Sinopsis

Es 1943, y Francia sufre la ocupación alemana por más de dos años. De Gaulle en Africa logra captar fuerzas provenientes de las colonias africanas (Senegal, Marruecos, Argelia, por dan algunos nombres) prometiéndoles la libertad e independencia si se logra liberar a Francia de la invasión alemana. Una guerra, un país, 4 hombres, y sus historias.

Kierkeggard y algo de historia

Se cree que la historia se construye solo con los grandes sucesos y las repercusiones que estos dejan. Que los cambios se originan y se consuman en este ámbito. Pero esos grandes sucesos y acontecimientos, se gestan se originan en la vida de cada sujeto, de cada individuo que interacciona con otros.

Si ante el sistema filosófico de Hegel, Kierkeggard desarrollo lo que llamo migajas filosóficas, del mismo modo, la microhistoria recoge esas migajas de la mesa de la historia y posa su mirada sobre ellas. Nos permite ver desde el caso particular, desde una historia personal, la conexión con todo el proceso. Podemos apreciar los valores, creencias y constructos que se hallan en nuestra sociedad. Ver que se esconde tras cada historia, es empezar a ver de qué modo nuestra sociedad ha ido cambiando, en lo político, en lo social, en lo cultural y económico. La caída de los grandes metarrelatos que expliquen de manera completa y total los diversos hechos que han acontecido en una sociedad hace más alentador el revalorar el caso particular, y lo que este nos ofrece en relación a poder desarrollar una comprensión más general de los hechos.

Es decir empezamos a vernos a nosotros mismos, como quienes construimos la historia, desde ella (desde nuestra historia particular) se inicia el relato que después construirá la “historia”, la que recuerda aquello que se debe recordar, la llamada historia oficial, desde la que además se tiende a construir la identidad[1]. Pero desde estas cuatro vidas, desde la mirada de cada uno de estos soldados, se nos abre la llamada historia no oficial, la que se cree no tiene relación con el relato que cuenta la historia, que no tiene relación con la construcción de identidad que esta última desarrolla.

Los Días de Gloria han llegado

Como dijimos, somos conscientes de que construimos relatos, desde el espíritu crítico de la memoria, que es una actividad que busca cotejar los diversos relatos, las diferentes memorias, intentando construir no un único relato, sino ver a la historia como formada por todos esos relatos. De ahí que el recordar, es decir el traer el recuerdo de algo muchas veces es un ejercicio difícil y complejo. Pero ¿cómo se hace para recordar algo que uno nunca supo que ocurrió?.

Algo de esto hay en Indigènes (que era el termino con el que se referían los franceses a las tropa provenientes de sus colonias africanas), en la manera en que nos introduce al sacrificio y a la lucha de estos hombres que murieron por Francia, y que luego esta no supo reconocer, ni recordar. Por eso el título del film (puesto por las distribuidoras) a pesar que pareciera remitir a una de esas películas de Hollywood en que todo es proeza y sacrificio y el estandarte americano esta flameando en la mente de todos, podemos leerla como una ironía que apela a la segunda estrofa del himno de Francia, la famosa Marsellesa dice así: el día de gloria ha llegado[2].

Pero con esta afirmación no buscamos hablar del heroísmo, ni del sacrificio, por el contrario el film más que intentar ser aleccionador o reivindicativo[3], es simplemente el día a día de hombres que intentan luchar por su dignidad. Por ello, nos acerca a sus miedos, a sus luchas, a sentirse totalmente solos en una tierra que les es desconocida, en la que deben pelar en dos flancos, con sus enemigos en el campo de batalla, pero en la retaguardia con sus jefes y la discriminación. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.



[1] Al respecto podemos ver de Paul Ricoeur “La memoria, la historia, el olvido” (2004) y “Caminos del Reconocimeinto: Tres estudios” (2005).
[2] Todo el himno es la descripción de vejaciones sufridas por el pueblo. Lo irónico resulta que ese pueblo que lucho por la libertad, haya sido históricamente tan mezquino en lo que respecta a la libertad y dignidad de otros pueblos. Veamos las primeras líneas del himno.
Allons enfants de la Patrie, (Vamos hijos de la patriaLe jour de gloire est arrivé! El dia de gloria ha llegado.Contre nous de la tyrannie! Contra nosotros la tiraníaL'étendard sanglant est levé (bis) su estandarte ensangrentado ha levantado)
[3] Aunque habría que mencionar que al ser exhibida la película conmovió tanto a Chirac, que logro se activara una ley (aprobada en el 2002) que les devolvía a los combatientes de las colonias el derecho de recibir su pensión, la cual había sido congelada en 1959, debido al clima de independismo de muchas de las colonias francesas en África.

sábado, 27 de octubre de 2007

AMERICAN GANGSTER (Ridley Scott/2007)




AMERICAN GANGSTER (Ridley Scott/2007)
Dirección: Ridley Scott
Reparto: Denzel Washington, Russell Crowe, Carla Gugino, Josh Brolin, Chiwetel Ejiofor, RZA, Ted Levine
Guión: Steven Zaillian
Productor: Brian GrazerFotografía: Harris Savides
Edición: Pietro Scalia

Sinopsis

Son los finales de los sesenta en los estados unidos, la inocencia y bienestar de los cincuenta están ya muy lejos, La idea de nuevo orden económico se impone, pero llega Fran Lucas a demostrar que en cosas relacionadas al poder no existen cosas nuevas.

Relatos de Fundación

American Gangster de Ridley Scott se encuentra en la tradición tan arraigada del cine norteamericano, de contar relatos iniciales, fundacionales. Historias sobre aquellos que siguieron y alimentaron el conocido sueño americano. Sueño que reza que cada hombre en base a su esfuerzo y sacrificio puede hacer efectiva su libertad. Pero estas historias llenas de orgullo y sacrificio no solo hablan de pequeños trabajadores que hacen realidad el sueño de la casa propia, o la reinvindicación del orgullo de su comunidad, las hay, de aquellos que no encontraron mejor manera de hacer un espacio y construir reconocimiento, a través de la fuerza y el dominio. Parece ser que si te aplastan y te acosan el único modo decente de devolverles el favor a tus agresores, es aplastándolos y acosándolos.

Valores Familiares

Frank Lucas (Denzel Washington) es un hombre de familia, es un hombre que ha sido educado con principios y valores claros. Para Lucas un hombre es aquel que se hace cargo tanto de él mismo como de los suyos. El va a llevar un paso más adelante todo lo que le enseñaron sobre respeto, integridad y moral.
Su contraparte el detective Richie Roberts (Russell Crowe), vive a su manera los mismos valores que Frank (honestidad e integridad). El busca como un solitario personaje de western, vivir a su manera dentro de un mundo que hace mucho, (si es que alguna vez lo hizo) dejo de valorar al hombre correcto.

Y es esta contraposición este juego de reflejos con el que juega Scott, mostrando descarnadamente, los valores y constructor culturales, en que se ha fundado una sociedad. Dos hombres convencidos que solo ellos pueden hacer las cosas distintas. Solo ellos pueden volver a imponer el orden, regresar al camino del cual su sociedad, alguna vez se alejo. A no perdersela

Juan Alberto Gonzales Hurtado.




DAY NIGHT DAY NIGHT (Julia Loktev/2006)


DAY NIGHT DAY NIGHT (Julia Loktev/2006)
Dirección: Julia Loktev.
Reparto: Luisa Williams, Josh P. Weinstein, Gareth Saxe, Nyambi Nyambi, Frank Dattolo, AnneMarie Lawless, Tschi-Hun Kim, Richard Morant, Jennifer Camilo, Rosemary Apolinaris, Jennifer Restrepo, Julissa Pere.
Guión: Julia Loktev.
Productores: Julia Loktev, Melanie Judd y Jessica Levin.Fotografía: Benoît Debie.
Edición: Michael Taylor y Julia Loktev.

Sinopsis

Una joven, una misión. Dos días y dos noches para realizarla.

Bresson y la imagen como escritura

Decía Bresson que para él la imagen era la manera en que escribía, es decir, la imagen es el signo que registra y comunica contenido e idea. Para él, la imagen no es solo representación vacía de contenido, es el signo que connota y expresa como ningún otro. Bresson intentaba no verbalizar las emociones y pensamientos de sus personajes, era la posición de la cámara, la fotografía, la edición, la que nos acercaba al universo de afectos de sus personajes. Es el espectador quien finalmente se ve sometido a hacer el ejercicio de la comprensión, de buscar en él las experiencias y emociones necesarias para poder acercarse en algo a la historia que le esta siendo narrada. Es el espectador quien completa el círculo de la comprensión.

Y eso es lo que vemos en “Day Night Day Night”, un film que vamos construyendo conforme va avanzando. Con una protagonista que no sabemos de donde viene, y conocemos muy poco de hacía donde va. Son sus gestos, la postura de su cuerpo, sus acciones, sus silencios los que nos acercan y obligan a configurar el mundo que la rodea. Nos obliga a estar atento a cada acción a cada mirada, a cada suceso, a poder sobreponernos a la aparente apatía y cotidianidad, y esforzarnos por realmente empalizar con quien esta en la pantalla, y que esa apariencia de monotoniedad, encierra sentimientos difíciles de expresar.

Es como si la imagen nos mostrara algo que esta en ella, pero en primera instancia no pudiéramos apreciar. Podríamos decir que en el cine, como en la vida, lo importante finalmente no es lo que uno muestra sino lo que esconde (incluso de uno mismo). Como diría Bresson, “asegúrate de haber agotado todo lo que se comunica por medio de la inmovilidad y el silencio”.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

lunes, 24 de septiembre de 2007

The tarnished angels (Douglas Sirk/1957)



Dirección: Douglas Sirk
Reparto: Rock Hudson (Burke Devlin), Robert Stack (Roger Shumann), Dorothy Malone (Laverne Shumann), Jack Carson (Jiggs), Robert Middleton (Matt Ord), Alan Reed (Coronel Fineman), Alexander Lockwood (Sam Hagood), Chris Olsen (Jack Shumann), Robert J. Wilke (Hank), Troy Donahue (Frank Burnham), William Schallert (Ted Baker), Betty Utey (Bailarina), Phil Harvey (Editor del Telegraph), Steve Drexel (Hombre joven), Eugene Borden (Claude Mollet), Stephen Ellis (Mecánico).
Guión: George Zuckerman basado en la novela “Pylon” de William Faulkner
Música: Frank Skinner
Productor: Albert Zugsmith
Editor: Russell F. Schoengarth

Sinopsis

Robert Stack (Roger Shumann) es un héroe de Guerra (de la primera Guerra mundial) que durante la depresión difícilmente logra sobrevivir como piloto de exhibición en pequeñas ferias de pueblo. Lo acompañan su mujer que realiza junto a él un acto de paracaidismo, y el pequeño hijo de ambos. Además de su fiel amigo y mecánico Jack Carson. Se preparan para lo que será una feria de exhibición más, sin saber que su destino se encuentra esperándolos.

De Faulkner a Sirk

Douglas Sirk logra introducirnos en una historia en la que solo podemos ser testigos de la apatía y soledad de sus personajes. Todos perdidos, totalmente desfigurados. Tal como muchos de los personajes de Faulkner, totalmente acabados, tal vez sea esta la razón por la cual Faulkner consideraba que Sirk había hecho algo genial con su obra, porque más allá de reproducir la historia contada en ella, había comprendido lo solos que se sentían sus personajes, que ansiaban algo más de la vida, y que solo encuentran sentido destrozándose[1].

El drama y pesar de cada uno de estos personajes es ser demasiado de todo. Grandeza que en nuestra época es vista por los demás como locura sin sentido. Es precisamente esa la razón por la cual se encuentran tan alejado de todos y de todo. Es como traer a Aquiles a nuestros días, es demasiada furia, demasiada fuerza contenida en un solo hombre. En un mundo en que la maquina y el acero domina todo, el héroe titánico queda relegado. Faulkner creía en que esa grandeza, la heroica, la de esos personajes míticos sobre los cuales se fundó su nación había sido relegada por el pequeño hombre, mercantil y usurero.

Los dramas de Sirk están trabajados en las apariencias, en los deseos que nos son imposibles de consumar. Él nos acerca del tal modo el dolor y miseria de sus personajes que nos deja como mudos testigos de su destrucción. Nos encantaría ver que hicieran lo “correcto”, que tuvieran metas, deseos y amores adecuados, pero no lo hacen, pues para Sirk nuestro drama es ir siempre detrás de aquello que nos va a destruir, que sabemos que no nos conviene. Destruyéndose no siempre de una manera trágica, sino a veces con el silencio y la no acción. Y es esto lo que recoge Sirk en estos “Angeles sin brillo”, seres que no encuentran más que en la autodestrucción su única razón de ser. Por eso The tarnished angels está lejos de ser únicamente un melodrama o una historia de amor frustrada, Sirk en ella despliega toda su mirada acerca de la soledad, de la autodestrucción. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.
[1] Pensemos en “Sartoris” de Faulkner.

lunes, 6 de agosto de 2007

BREAKING AND ENTERING (Anthony Minghella/2006)






BREAKING AND ENTERING (Anthony Minghella/2006)
Dirección: Anthony Minghella.
Reparto: Jude Law (Will Francis), Juliette Binoche (Amira), Robin Wright Penn (Liv), Rafi Gavron (Miro), Poppy Rogers (Bea), Martin Freeman (Sandy), Vera Farmiga (Oana), Ray Winstone (Bruno Fella).
Guión: Anthony Minghella
Música: Gabriel Yared y Underworld.
Productores: Sydney Pollack, Anthony Minghella y Timothy Bricknell.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Editor: Lisa Gunning.

Sinopsis
Will Francis (Jude Law) junto a su socio Sandy (Martin Freeman), han abierto recientemente una empresa de arquitectura y diseño en una zona empobrecida de Londres. Al ser víctimas sucesivas del robo de las computadoras de la empresa, sentirán la necesidad de intervenir ellos mismos en la investigación de los hechos.
La soledad y el afecto
Minghella en “Breaking and entering” crea un drama complejo sobre la necesidad de sentir y dejarse sentir. En la cual la afectividad no se reduce a mirar al otro y comprenderlo, tampoco se trata de aleccionar sobre como ignoramos a las personas, y creamos etiquetas[1] con las cuales identificarlos y a la vez borrarlos de nuestras vidas. Más bien trabaja que pasa cuando las personas se tocan realmente, se relacionan de tal manera que causan un cambio una ruptura en el otro. ¿Qué pasa cuando este cambio no se produce de manera gentil y apacible, sino por el contrario se presenta de la manera más abrupta y violenta?
Pareciera que constantemente nos encontramos en post de afecto, de cariño, si bien es cierto, no por parte de todos, pero si al menos de un grupo que aunque reducido, importante en la vida de cada uno de nosotros. Una suerte de “circulo de afecto” que nos hace sentir parte del mundo. Y es que lo que más nos duele es la soledad, pero no la tomada por decisión propia, sino la que uno adquiere debido al abandono y olvido de las personas que ama.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.



[1] Y es usual que nos relacionemos con las personas a partir de las etiquetas (las cuales representan un género, una raza, una etnia, una cultura, etc.) que ellos y nosotros tenemos, sobre los demás y sobre nosotros mismos, etiquetas que sirven para articular nuestras relaciones, y desde las cuales generamos emotividad o no hacía los otros. Por lo general aspiramos a que las personas que nos conocen, valoran y aprecian vean más allá de estas etiquetas, que si bien estas muestran trazos de quienes somos, no nos definen como tales.

viernes, 20 de julio de 2007

A time to love and a time to die (Douglas Sirk/1958)




Dirección: Douglas Sirk
Reparto: John Gavin (Ernest Graeber), Liselotte Pulver (Elizabeth Kruse), Keenan Wynn (Reuter), Don DeFore (Boettcher), Erich Maria Remarque (Pohlmann), Thayer David (Oscar Binding), Jock Mahoney (Immerman), Klaus Kinski (Gestapo Lieutenant).
Guión: Orin Jannings
Música: Miklos Rozsa
Productor: Robert Arthur
Editor: Ted Kent
Basado en la novela “Time to die, time to live” de Erich Maria Remarque, quien también escribió (y tal vez es más conocido por está) Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues[1]) que fue llevada el cine en dos ocasiones, en 1930 y en 1979. La novela ambientada en la primera guerra mundial (con un fuerte contenido antibélico), narra la decepción de un grupo de jóvenes ante la guerra.

Sinopsis

Ernest Graeber (John Gavin) es un soldado alemán (durante la segunda guerra mundial), que ha estado varios meses emplazado en el frente ruso. Recibe un permiso para regresar a su hogar en Berlín por tres semanas. Al regresar encontrara que la guerra no solo se libra en el frente.

El Amor y la Guerra

Los films que tienen como marco la guerra, tienden a ser antibélicos. Es decir, buscan acercarnos al horror de la guerra y asquearnos de todo lo relacionado a ella. Por lo general son epopeyas en la que el espíritu humano se sobrepone a todo y que buscan mostrarnos que le hace la guerra a las personas. En esta ocasión pareciera ser que la trama antibélica fuera el centro y desarrollo del film, pero es todo lo contrario, es un tema más. Si bien es cierto buena parte del film muestra lo que la guerra le hace a las personas, de qué modo esta las transforma y las desfigura. Los tiempos de guerra son tiempos en los que no solo las emociones ruines florecen, sino en los que incluso el amor por la vida y el valor de esta son sentidos con más fuerza.

Y esto es lo que precisamente Sirk nos propone en este film, un amor que bajo ninguna otra circunstancia hubiera podido florecer, bajo el marco de la guerra se hace no solo posible sino que adquiere una fuerza descomunal. Ese es el drama de estos dos personajes (no el que la guerra no los deje ser felices por siempre), que tal vez bajo ninguna otra circunstancia hubieran pensado en estar juntos.

Podríamos ver a los protagonistas, como seres necesitados de afecto, que se refugian en otros con tal de intentar por un momento de olvidar todo el horror que se extiende alrededor de ellos, pero por otro lado podríamos ver ese apostar por el amor, como la única cosa que pueden tener para ellos, en ese mundo de locura que es la guerra, es decir, si la muerte se presenta como la posibilidad siempre latente, el amor, el amar y enamorarse se abre como la posibilidad de hacer algo sin sentirse condicionados a.

Y es que para Sirk como en la vida, en las historias no solo se trata de pensar lo correcto o lo adecuado, no solo se trata de colocar a la bondad o la maldad como antípodas, sino que las personas tendemos a tener ambos aspectos, y que parte de la condición humana se basa en esa dualidad constante. Por eso los dramas de Sirk escapan de ser meras historias del corazón, donde el destino injustamente se interpone en la felicidad de la pareja de amados, y el amor es medido por su consumación en la eternidad. Sirk nos centra en la guerra no para que nos de asco, sino para ver como en ella, y solo en ella se puede dar esta historia de amor. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Su titulo en ingles es “All quiet in the western front”.

jueves, 5 de julio de 2007

All that heaven allows




All that heaven allows (Douglas Sirk/ 1955)

Dirección: Douglas Sirk
Guión: Peg Fenwick
Música: Frank Skinner

Producción: Ross Hunter

Fotografía: Russell Metty

Douglas Sirk le dio al melodrama en los 50, matices y aspectos propios. Él, como pocos, tuvo la maestría de llevar las emociones de sus personajes y las nuestras, a través de historias complejas y extremas. Alejado de manierismos y exageraciones, Sirk maneja el melodrama, de una manera impecable. Le da su sello propio al género, sello que marcó a directores como Fass-binder y Almodóvar. Y que aún se puede ver en directores como Todd Haynes y Wong- Kar Wai.

Hace unos años Todd Haynes dirigió un precioso film llamado “Far from Heaven”. Este film que se logró ver en nuestra cartelera, nos presentaba una fotografía cuidada al detalle. La película nos contaba la historia de una pequeña familia modelo de clase acomodada que ante la revelación de uno de sus miembros, se empieza a resquebrajar por completo.

Traemos esto a colación pues a partir de ese film de Haynes, en el mundo de la crítica cinematográfica (especialmente en la adepta a llenar los comentarios de referencias), se recordó el film de Douglas Sirk llamado All that heaven allows (1955), y es precisamente de este film de Sirk que queremos hablar.

Sinopsis

En un pequeño pueblo de Conneticut, Cary Scott (Jan Wyman), una viuda de clase acomodada con hijos ya universitarios, pasa sus días sola, alejada por propia voluntad de la comunidad que en algún momento la acogió. Un día Cary, repara en Ron (Rock Hudson), su jardinero. Entre ambos surge una relación de amistad que debido a las “diferencias” sociales, hará difícil y complicada la relación.

Bajo el cielo

All that heaven allows, es una película de una fotografía impecable, que utiliza el color no como mero decorado, sino como el marco desde el cual se cuenta la historia, es un personaje más en el film. Gracias a el podemos ver los cambios en los personajes, los sutiles matices de sus psiques. El uso del Technicolor[1] por parte de Sirk, es de una maestría soberbia, compone escenas que nos hacen pensar en la creación de un cuadro, pero uno en movimiento, que se nos acerca, por los colores, los diálogos, y la música que el director escoge.

Wyman y Hudson de la mano de Sirk están a la altura de lo que les exige la historia, las actuaciones de ambos, son de una naturalidad, de una entrega que impide caer en exageraciones o convertirse en caricaturas dramáticas. Parecen meros casos tipo, que no pueden entregar más que lugares comunes, pero Sirk logra crear el drama al llevar los tópicos, más allá de lo que ellos suelen ofrecer.

Vivir su Vida

Cary es una mujer que suponemos está en sus cuarenta, que recién empieza a pensar más en ella, en lo que ella ha querido, y no en lo que los otros le han hecho creer que quería. Pero así como está comenzando a cuestionar lo que creía, esta aferrada a las creencias que le han dado seguridad y estabilidad toda su vida, a una ética del cuidado que la pone en el último lugar de sus prioridades. Esta dualidad en su personalidad es la que genera todo en el film. Y es que solemos tener la creencia (de origen moderno) de que somos seres autónomos, que nos constituimos alejados de la mirada de los otros, que quien somos y lo que qué deseamos ser, depende única y exclusivamente de nosotros, de nuestra capacidad de liberarnos de los prejuicios de los otros, del influjo de su mirada. Pero esto no es del todo así, los prejuicios de los otros también son nuestros, esa mirada que parece externa a mí y que me juzga, es también mi propio juicio. Son nuestras propias creencias las que nos censuran.

Sirk centra su mirada en la mujer, en su drama. Pero su personaje femenino no es una simple hoja que se deja llevar por el viento, tiene una profundidad que la aleja de los caracteres apáticos de las heroínas del cine convencional de su época. Y es precisamente esa complejidad en la construcción de los personajes femeninos el rasgo de Sirk y sus melodramas. Son ellas las que llevan la carga y el peso de todo el film, es desde ellas que creamos empatía, y desde ellas (las heroínas) desde su mirada vemos la película. No utiliza grandes monólogos, solo hace falta pequeños gestos para expresar toda la emotividad que hay detrás de ellas. Son ellas las fuertes, las que resuelven los problemas, las que deben incluso decidir ante la indecisión de los hombres. Son ellas las que deciden vivir su vida. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.




[1] Es una técnica para darle color a los films, se la conoce como la segunda técnica de coloración (la primera fue Kinemacolor, de origen ingles). Esta técnica se basa en el uso de cámaras con filtro, las cuales filmaban en paralelo la misma escena. Luego con las cintas grabadas se seguía un proceso de coloración de los fotogramas. Era en esta parte del proceso que se conseguía lo que caracteriza al Technicolor, es decir los colores encendidos y con una textura aterciopelada. Un ejemplo clásico de película Technicolor es “Lo que el viento se llevo” y “El mago de Oz”.

miércoles, 4 de julio de 2007

Temporada de patos




Dirección y guión: Fernando Eimbcke
País: México.Año: 2004
Duración: 85 min
Reparto: Daniel Miranda (Flama), Diego Cataño Elizondo (Moko), Danny Perea (Rita), Enrique Arreola (Ulises)

A los catorce, ¿recuerdas cómo te enfrentabas al tedio de un domingo cualquiera?

Un departamento sin adultos, una pizza fría, un pastel mal hecho, una vecina dos años mayor que tú que da besos con lengua, la ausencia de corriente eléctrica y los amigos de infancia o los amigos circunstanciales, a los catorce, siempre van a ser el escenario ideal para hablar del divorcio de tus padres, la soledad, la confusión entre amor y amistad o las frustraciones de la vida, de forma sencilla, pero compleja.

Si alguna vez tuviste una mamá joven que fumaba marihuana sólo los fines de semana, si no pudiste gritarle a tus padres cuanto te enervaban sus peleas estúpidas, si su divorcio te molestaba o complacía más que perder o ganar en una partida de tu videojuego favorito, si la pizza a domicilio era más rica que lo que cocinaba tu madre, o si alguna vez te sentiste muy cercano y convertiste en tu amigo al portero del edificio, si te echaste una rabieta porque se fue la corriente eléctrica justo cuando te disputabas el desempate en el nintendo, ordénate una pizza, una gaseosa al tope del vaso con un par de hielos y disfruta esta peli, y no dejes que en estos tiempos de pantallas LCD, el blanco y negro te desanime.

A mis amigos de Mártir Olaya en Miraflores y por supuesto, a Antonio y a Renzo.




Paola Fattorini.

miércoles, 30 de mayo de 2007

The Painted Veil (John Curran/2006)



The Painted Veil (John Curran/2006)

Dirección: John CurranPaís: USAAño: 2006 Duración: 125 minReparto: Naomi Watts (Kitty Fane), Edward Norton (Walter Fane), Liev Schreiber (Charlie Townsend), Toby Jones (Waddington), Diana Rigg (Madre Superiora), Anthony Wong Chau - Sang (Colonel Yu) Guión: Ron Nyswaner
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Stuart Dryburgh.
Edición: Alexandre de Franceschi


Basada en la hermosa novela de W. Somerset Maugham, El velo pintado, nos invita a ser parte de la historia de dos seres humanos que se unen por circunstancias ajenas a su voluntad y terminan embarcados en un viaje que los conducirá a la gran aventura de sus vidas, por la ruta del perdón, la comprensión y el amor, poniéndolos ante el tesoro inesperado del encuentro de sí mismos.
Corren los años 20, en la China que ya iniciaba la confrontación entre nacionalistas y comunistas. Walter Fane (Edward Norton), un médico de clase media, y Kitty (Naomi Watts), una joven de la clase alta Londinense, optan por casarse y establecerse en Shanghai. En esta exótica ciudad, la vida de Kitty no cambiará mucho. Tras dejar el hogar paterno, se seguirá sintiendo hastiada, aburrida, vacía y solitaria, encontrando primero en su unión con Walter y luego en su relación con el Cónsul Towsend, una posibilidad que le de sentido a su vida. Walter descubrirá la infidelidad de Kitty, y como venganza, aceptará un trabajo en la remota aldea de Mei-tan-fu, azotada por una mortífera epidemia de cólera, para no tener que matar a Kitty con sus propias manos o morirse él.

En el jardín de Adan y Eva

Dios bien podría haber experimentado al poner juntos a Adán y Eva en el Jardín del Edén y que se las arreglasen como pudiesen; que vieran qué hacer juntos ese par. Millones de años transcurridos y seguimos sin saber las razones de esa paridad o alteridad.
En su primer y accidental paseo juntos, Kitty y Walter terminan ingresando a una florería, y en medio de aromas, texturas y colores, se preguntarán sobre los gustos y expectativas femeninas, decidirán su matrimonio, y quedarán sin haber podido determinar las razones por las que los humanos pagan por algo que crece gratis y compran algo que saben que va a morir.

En el campo de la revancha

Los Fane llegan a la Aldea de Mei-tan-fu, una vez más, sin acuerdo ni voluntad mutuos, como si sus vidas siempre dependiesen de otros.

Primero la madre de Kitty determinó que era tiempo de que se casara y encontrase alguien que se responsabilizara de ella; y ahora, era Walter quien decidiría a dónde vivirían - sin que Kitty pudiese determinar lo contrario - no porque Kitty no pudiera hacerlo, sino porque ella tampoco tenía idea de qué cuernos quería en su vida.

Al menos Walter Fane tenía algo claro: Ha sido traicionado y debe castigar a Kitty.

Walter y Kitty están enfrentados, como lo están China e Inglaterra, como lo están los nacionalistas y los comunistas. Esa China, extraña, indomable, imperfecta, en alguna medida, tiene una conexión con el espíritu de Kitty, y su concepción sobre la vida y los seres humanos, diferente a la de Walter. Para ella, los humanos son impredecibles, cometen errores, decepcionan. Para Walter todo debe ser controlado, como las bacterias. Kitty no sabe nada de medicina, no habla chino, pero al igual que los pobladores de Mei-tan-fu, está descubriendo que no quiere que se le diga cómo, o se le imponga la forma de alcanzar su propio destino. Mei-tan-fu es el lugar, donde se lucha por el respeto a la propia visión del mundo, donde el hambre y la fuerza son el verdadero poder que mantiene a la China. Kitty también pasaba hambre, su hambre es la apremiante necesidad de encontrar su lugar en el mundo, el sentido de su vida; aferrada a esa búsqueda logrará sacar su verdadera fuerza y amar a alguien por primera vez en la vida, porque la primera persona que aprenderá a amar, antes que a Walter, es a ella misma.

Ahora, tanto Kitty como el Pequeño Walter Fane Jr., saben desde el fondo de sus corazones que a pesar que las flores tendrán un periodo corto de vida, bien vale la pena llevarlas a casa y gozar de su belleza y valor.
Escenas clave:
· La conversación de Kitty y Walter en la Florería
· Los Towsend y los Fane en la opera China.
· Diálogo entre la Madre Superiora y Kitty sobre el deber y el amor.
· Kitty tocando el piano para Walter en el orfanatorio
· Diálogo entre Walter y Kitty sobre las razones por las que Walter no agarró a golpes a Charlie al descubrirlo con ella.
· La conversación de Kitty y el pequeño Walter en la Florería

Paola Fattorini.


domingo, 27 de mayo de 2007

My Blueberry Nights (Kar Wai, Wong/ 2007)



Aunque estamos deseosos de verla y comentarla, en esta ocasión únicamente pasamos a invitar a ver el Trailer de “My Blueberry Nights”, el último film de Wong, Kar Wai, que abrió el Festival de cine de Cannes este año. Ha tenido un recibimiento algo frio de la crítica (considerando que sin exagerar, en la actualidad Wong, Kar Wai, es un director considerado por muchos, de culto[1]), que ha descrito al film como “una dulce historia romántica”. Nosotros no nos precipitamos a hacer comentarios. Solo esperamos poder ver pronto en el cine esta película. Y esperamos en las próximas semanas, hacer una reseña del film con el que gano Cannes hace ya diez años. Nos referimos a “Happy Together”[2]. Que disfruten del Trailer.


[1] Tal vez sea ese el motivo. Expectativas muy altas, o creer (por parte de la crítica) que se conoce mejor que el director, las motivaciones que lo llevan a crear.
[2] Para ver el trailer de este film: http://www.youtube.com/watch?v=0Dk3w6USzaU.

ABSURDA (David Lynch/2007)

En la inauguración del Festival de Cine de Cannes de este año, David Lynch le regalo al festival por su sesenta aniversario, un corto titulado “Absurda”. Les recomiendo verlo, les adjunto la dirección web para que lo puedan hacer.

http://www.youtube.com/watch?v=P9Q7ZKH7G4A


Juan Alberto Gonzales Hurtado.

Paris, Texas (Wim Wenders / 1984)





Paris, Texas (Wim Wenders / 1984)

Dirección: Wim Wenders
Reparto: Harry Dean Stanton (Travis), Nastassja Kinski (Jane), Dean Stockwell, Aurore Clément, Hunter Carson, Bernhard Wicki.
Guión: Sam Shepard
Música: Ry Cooder
Productor: Anatole Dauman
Editor: Peter Przygodda

Sinopsis
Un hombre que camina a la deriva por el desierto de frontera entre México y Estados Unidos, se desmaya en un pequeño pueblo de remolques. Este hecho anodino inicia el reencuentro de ese hombre con su familia, su pasado y consigo mismo.
Tristam, el desierto y unas buenas botas rojas para el camino
El desierto, un par de botas rojas y un hombre. Parecen ser no muchas cosas, pero bajo la mirada de Wim Wenders se convierten en los elementos necesarios para contar una gran historia. “Paris, Texas” es un relato sutil y dulceamargo, sobre la memoria y sobre la identidad. Para muchos una nueva manera de contar un western en clave de Roadmovie, donde el vaquero salva el día. Para otros, un relato en que el silencio, los planos amplios del desierto, la guitarra de Ry Cooder (conocido actualmente por su proyecto de Buena Vista Social Club) generan la melancolía necesaria y adecuada para llevar el relato, para poder acercarnos al vacio que rodea a su personaje principal.
Para nosotros, una película sencillamente descomunal, que atrapa desde el primer cuadro. Que lleva a preguntarse sobre la capacidad de sentir, sobre la sensibilidad del carácter, sobre el amor que enloquece. Wenders parece no solo tener en mente a los personajes del western como modelo, sino que se puede ver en ellos el eco los personajes de las romans medievales, como Tristam o Perceval[1], que sufren amnesia[2], esa locura que arrebata del mundo, producida por el amor, la responsabilidad, o simplemente como evasión de todos y de uno mismo. Pero la amnesia puede no ser un suave remanso para quienes la sufren, por el contrario, puede ser un infierno, un desierto de emociones y de sensaciones, por el cual transitar, y del cual se regresa tan solo para intentar enmendar cuentas con nuestro pasado.

El guión de Sam Shepard[3], tiene la sensibilidad de introducirnos en los amplios paisajes, en los enredados monosílabos de Travis, en su mirada perdida, en esa apariencia hostil y ruda que no parece tener la sensibilidad que lleva a cuestas. En el peso y angustia que le aquejan y que lo han tenido entumecido por más de cuatro años. En su amor delicado y vehemente, en sus obsesiones y miedos. Y en su deseo de lograr resarcir de algún modo el daño que siente causo.

Paris, Texas”, de Wenders son de esas películas que van más allá del drama efectista, que busca sorprender para emocionar. Puede parecer lenta, pero busca serlo. Son de las películas que tocan, que se acercan a algo en nosotros, a un recuerdo, o una emoción, de un modo que la sensación que dejan, se deja sentir, mucho tiempo después de ver la película. A no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.


[1] Tal vez si vamos más atrás podemos pensar en Ulises.
[2] Antiguamente se catalogaba a la amnesia como un tipo de locura.
[3] Hace un par de años, en el 2005 para ser exactos, Wenders y Shepard regresan a trabajar juntos en “Don't come knocking”, film sobre un ex-ídolo de cine que un día deja todo y decide encontrarse a si mismo. Film que tiene muchas semejanzas con el que en este momento estamos comentando.
Hay que recordar también, que Shepard no es solo conocido como actor, sino que es un gran escritor de teatro, novelas y poesía.

martes, 22 de mayo de 2007

Bordertown (Ciudad del silencio/2007)


Dirección y guión: Gregory NavaPaís: USAAño: 2007Duración: 115 minReparto: Jennifer Lopez (Lauren Fredericks), Antonio Banderas (Díaz), Martin Sheen (George Morgan), Maya Zapata (Eva), Sonia Braga (Teresa), Rene Rivera (Aris).


Ciudad del silencio, en una primera mirada, relata la historia de los hallazgos en Ciudad Juárez, México, de los cuerpos de mujeres jóvenes brutalmente violadas, asesinadas y ocultadas a lo largo del desierto que hay a las afueras de la ciudad. La principal característica de dichos crímenes es que todas las víctimas siempre eran trabajadoras de las fábricas de la frontera entre México y los Estados Unidos, creadas como resultado del NAFTA (acuerdo norteamericano de libre comercio).

Sin embargo, podemos encontrar algunas miradas más sobre esta película.

Periodismo Básico I

Ciudad del Silencio tiene un inicio violento, como su trama. Arranca como un bombardeo que nos revienta a los ojos, con las imágenes de las portadas en primera plana de los diarios de Ciudad Juárez, hablando sobre los macabros hallazgos de mujeres asesinadas, y el sonido ensordecedor de las radios, con sus narraciones y advertencias. Otro petardo explota con la irrupción violenta de la policía del lugar, confiscando los diarios con el objetivo de “no alarmar a la población”. Sin embargo, se ha “sembrado el pánico”.

Haciendo un poco de historia, dichos asesinatos llevaban años ocurriendo, hasta que, los medios de comunicación estadounidenses comenzaron a informar sobre las continuas desapariciones y la falta de acción tanto por parte de las autoridades mexicanas como de los dueños de las maquiladoras para detenerlos.

George Morgan, editor del Chicago Sentinel, encomendará a Lauren Fredericks, su reportera más ambiciosa, la labor de hacer la nota sobre los asesinatos. Fredericks se siente subestimada, totalmente cabreada por tener que cubrir hechos en un lugar que a su país le importa poco menos que nada. Ella quiere despertar el interés, al parecer de otro público lector.
Lauren: Mexico!? Nobody gives a shit about Mexico!
Morgan: Well if you give a shit, they will give a shit! That is the point. Just get to the heart of the story!


Cálculos comparativos incalculables

Esclarecer cifras en casos de violencia sexual y feminicidio puede ser una tarea muy difícil, y hasta incalculable. En la ficción, la película habla del hallazgo de cerca de 400 mujeres brutalmente violadas y asesinadas, sin embargo, el número de desaparecidas es de 700. ¿Habrían corrido acaso la misma suerte?
Las investigaciones hablan no de uno, sino de varios asesinos y de toda una cultura del crimen y del feminicidio.

El Horror Globalizado

¿Qué tan alejado podría estar Juárez del Perú, de Ruanda, de la ex Yugoslavia?

El informe final de la CVR del Perú reportó un total de 527 casos de violación sexual a mujeres. El 16,54% de víctimas de violencia sexual fueron hombres y el 83,46% fueron mujeres. Sin embargo el número de mujeres muertas y desaparecidas constituye el 20% del total de casos registrados. ¿Cómo preguntarle a las muertas, si fueron violadas o no?

El perfil de las mujeres afectadas en su mayoría correspondió a mujeres de la zona andina, analfabetas y jóvenes, cuya ocupación principal era la agricultura, el comercio y su casa. El 80% vivía en zonas rurales.

Al igual que ciudad Juárez, la desconfianza en las instituciones habría favorecido el silencio y la escasa cantidad de denuncias. ¿Las subrepresentaciones numéricas podrían ser algo común en estos casos? ¿O parte del fenómeno de la globalización?

Curando heridas

La antropóloga Kimberly Theidon, en su libro Entre prójimos, dedica un capítulo a las formas de sanación empleadas por las mujeres campesinas andinas, luego del proceso de violencia sufrida durante los años ochenta y noventa en el Perú. Cientos de mujeres indígenas, que no podían pagar una consulta en la capital para tratar sus traumas y aflicciones anímicas, psicológicas y físicas, en un consultorio psicológico o psiquiátrico, recurrían a los curanderos, para encontrar alivio al dolor de su alma.

Eva, personaje principal en Ciudad del Silencio, tampoco tiene los medios para acudir a un médico, está totalmente traumatizada, y desde un principio es acogida y curada desde por el Curandero de la Colonia Anapra, el caserío donde habita. Es el curandero, desde su sabiduría milenaria, desde la cosmovisión de su pueblo, quien intenta dar un poco de paz y consuelo al alma de Eva. Ella está sola, y como consecuencia del trauma, le es imposible confiar en nada ni en nadie.

Lo real y lo imaginado

Es curioso como Teresa, la mujer que ayuda a Eva a ocultarse en su hacienda, cree que la jovencita está loca, que por ser indígena confunde lo real de lo “imaginado”. Lo inverosímil más bien es que viendo rostros amoratados, vaginas destrozadas, y marcas corporales que evidencian violencia brutal, otra mujer pueda o quiera creer que todo ello es producto de la imaginación o que los estados de alteración postrauma son índices de locura y pérdida de la realidad. ¿Por qué una mujer víctima de una violación sexual es “presunta” hasta que LOGRE demostrar lo contrario?

Periodismo Básico Corporativo I

Es aquí donde Ciudad del Silencio, pareciera finalizar de forma circular, con la combinación histórico-social: periodista-periodismo-prensa-pueblo conectando, quizás en un vínculo imaginario, utópico, una necesidad apremiante. Más cercano que un policía, que alguna autoridad, que una institución, poder privado o el Estado mismo: un periodista que pueda recoger la voz de los que son silenciados, un periodismo que devele la verdad, y una prensa que pueda incorporar esa verdad a la memoria de otros, y liberar así las memorias silenciadas, en un intento de primera justicia y reconciliación.

Tan soberbio como el inicio, es también el final, cuando nuevamente George Morgan, editor del Chicago Sentinel, retoma la posta para citar el nuevo y glorioso futuro de la Prensa Corporativa: information, globalization and entertainment.


Escenas clave:

- Diálogo de Eva con Lauren sobre la maternidad y las carreras profesionales.


Paola Fattorini.

sábado, 19 de mayo de 2007

El tiempo que queda (François Ozon/2005)




El tiempo que queda (François Ozon/2005)

Dirección: François Ozon.
Reparto: Melvil Poupaud (Romain), Jeanne Moreau (Laura), Valeria Bruni-Tedeschi (Jany), Daniel Duval (Padre), Marie Rivière (Madre), Christian Sengewald (Sasha), Louise-Anne Hippeau (Sophie), Henri de Lorme (Doctor), Walter Pagano (Bruno), Ugo Soussan Trabelsi (Romain [Niño]).
Guión: François Ozon.

Música: Marc-Antoine Charpentier, Arvo Pärt y Valentin Silvestrov.

Producción: Olivier Delbosc y Marc Missonnier.

Edición: Monica Coleman.
Fotografía: Jeanne Lapoirie.

Vestuario: Pascaline Chavanne.


Romain tiene 33 años, es fotógrafo de profesión, su máxima preocupación es el mismo. Pero algo ha cambiado en su vida y a partir de eso tendrá que pensar sobre si, pero no solo desde el ego, sino que tendrá que intentar entender quién es él. Y decimos quien es él, no desde una visión esencialista, sino entendiendo la identidad, como un relato inacabado, que está en constante producción.

Le temps qui reste, es un ensayo sobre la memoria, la vida, sobre que implica encontrar el relato que nos defina, tal vez no del todo, pero que nos haga comprender un poco el rol que todos actuamos. Reconocernos en nuestros amigos, en nuestro amores, en nuestros recuerdos y afectos y sobre todo en las pequeñas cosas que nos rodean y que delinean quienes somos.

El vivir es un ejercicio que nos invita a generar un discurso un relato, un personaje que representar para los otros y para nosotros mismos. Personaje al que le encontramos siempre nuevos matices. Y Ozon nos muestra eso en este film, íntimo. Que deja más preguntas que respuestas. Pero que deja la sensación que todos como Romain estamos viviendo el tiempo que resta.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

viernes, 11 de mayo de 2007

PARIS, JE T'AIME (2006)








Dirección: Olivier Assayas, Frédéric Auburtin, Gérard Depardieu, Gurinder Chadha, Sylvain Chomet, Joel Coen, Ethan Coen, Isabel Coixet, Wes Craven, Alfonso Cuarón, Christopher Doyle, Richard LaGravenese, Vincenzo Natali, Alexander Payne, Bruno Podalydès, Walter Salles, Daniela Thomas, Oliver Schmitz, Nobuhiro Suwa, Tom Tykwer y Gus van Sant.
Reparto: Catalina Sandino Moreno, Sergio Castellitto, Miranda Richardson, Leonor Watling, Juliette Binoche, Willem Dafoe, Nick Nolte, Maggie Gyllenhaal, Fanny Ardant, Wes Craven, Elijah Wood, Alexander Payne, Natalie Portman, Gérard Depardieu, Bob Hoskins, Ben Gazzara, Steve Buscemi.
Guión: Emmanuel Benbihy, Bruno Podalydès, Paul Mayeda Berges, Gurinder Chandha, Gus van Sant, Ethan Coen, Joel Coen, Walter Salles, Daniella Thomas, Christopher Doyle, Gabrielle Keng, Kathy Li, Isabel Coixet, Nobuhiro Suwa, Sylvain Chomet, Alfonso Cuarón, Olivier Assayas, Olivier Schmitz, Richard LaGravenese, Vincenzo Natali, Wes Craven, Tom Tykwer, Gena Rowlands y Alexander Payne; basado en una idea original de Tristan Carné.
Música: Pierre Adenot, Christophe Monthieux, Leslie Feist, Reinhold Heil, Johnny Klimek, Marie Sabbah y Tom Tykwer.
Producción: Claudie Ossard y Emmanuel Benbihy.
Edición: : Simon Jacquet, Anne Klotz, Hisako Suwa, Alexandre Rodriguez, Luc Barnier, Isabel Meier, Stan Collet y Mathilde Bonnefoy.
Fotografía: : Bruno Delbonnel, Pascal Marti, Eric Gautier, Pascal Rabaud, David Quesemand, Pierre Aïm, Eric Guichard, Tetsuo Nagata, Gérard Stérin, Franck Griebe, Jean-Claude Larrieu, Denis Lenoir, Michael Seresin, Matthieu Poirot-Delpech, Michel Amathieu y Maxime Alexandre.

PARIS, JE T'AIME, historias unas tras otras, con distintos registros y diversas miradas, algunas simbólicas, algunas otras con temática social, pero todas finalmente intentando hablar de Paris, de su gente, de sus barrios de sus afectos. Un Paris que es el de la ficción y de la imaginación que la cultura ha generado sobre él. Pero también el de la ciudad que sigue atrayendo gente y sus historias.

Al ser una película de más de diez directores, es evidente lo difícil que puede ser mantener una narración que fluya para los espectadores. Al durar cada historia cinco minutos, nos cuesta adaptarnos a un registro, a un lenguaje y cuando lo hacemos, este acaba y se inicia uno nuevo. Por eso puede sentirse que la película sufre de ciertos altibajos. Y claro sin duda no todas las historias se nos harán cercanas, ni todas nos parecerán buenas, pero cada una de ellas deja sentir la necesidad de decir algo, de comunicarse más allá incluso del marco que es Paris, buscarán ser un medio desde el cual mostrar lo cercano que somos los unos a los otros.

La ventaja que tiene el relato corto, es la posibilidad de ser contundente, en el no puede haber dudas. En un momento se crea y se desarrolla una historia, que con la misma velocidad nos atrapa y nos deja. Es como las personas que vemos en la calle y algo de ellas nos llama la atención, pero desaparecen de nuestra vista y nos dejan preguntándonos, que será de ellos. Precisamente algo de esa sensación, tienen las historias de este film.

Donde sí resulta exitosa la película es en mostrarnos como tras cada rostro hay una historia, tras cada mirada, una idea. En una mundo en que las relaciones humanas cada vez son más pasajeras, instantáneas (lo cual no necesariamente es un problema), solo hay que tener la sensibilidad necesaria para estar abierto a eso inesperado que nos ofrece la vida. De igual manera hay que estar atento a cada uno de las historias que nos ofrece este film. Definitivamente, a no perdérsela.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

ALPHA DOG (Nick Cassavetes / 2007)



ALPHA DOG (Nick Cassavetes / 2007)

Dirección: Nick Cassavetes

Reparto: Bruce Willis (Sonny Truelove), Sharon Stone (Olivia Mazursky), Emile Hirsch (Johnny Truelove), Justin Timberlake (Frankie Ballenbacher), Ben Foster (Jake Mazursky), Anton Yelchin (Zack Mazursky), Shawn Hatosy (Elvis Schmidt), David Thornton (Butch Mazursky), Olivia Wilde (Angela Holden).

Guión: Nick Cassavetes

Música: Aaron Zigman.

Productores: Sidney Kimmel y Chuck Pacheco.

Editor: Alan Heim.


Sinopsis

Alpha Dog, es la historia de una pandilla de dealers del valle de San Fernando en California. La pandilla esta liderada por Johnny Truelove (Emile Hirsch), quien es hijo de un narcotraficante que opera en el mismo valle, interpretado por Bruce Willis (Sonny Truelove). Los miembros de la pandilla de Truelove son chicos en su mayoría de clase media, que tienen como meta, pasar el día haciendo ejercicio, drogándose, jugando videojuegos e ir de fiesta. Por un error de cálculo de Truelove, toda la pandilla se verá expuesta a lidiar con una situación que no tenían prevista.


Bourdieu y a la sombra del padre

Sin embargo JT (Johnny Truelove) no es un verdadero gangster, aunque busca aparentarlo, vive a la sombra de su padre un verdadero criminal, pero finalmente es solo un hijo de familia. Él y sus amigos no han crecido en la necesidad o miseria material, pero sí afectiva. La pandilla de Truelove, es solo un grupo de niños perdidos, no por ello menos peligrosos.

Cassavetes a diferencia de otras historias con un tópico similar, no explora las razones de esta violencia únicamente en causas externas, o en modelos culturales, sino que centra su mirada en la aparente normalidad y quietud de los hogares, en la apariencia de perfección y pulcritud. Los padres llevan una doble vida, en la que forman hogares materialmente completos y cómodos, son miembros reconocidos de su comunidad, pero a la vez en la intimidad desarrollan sus propias perversiones, las cuales sorprendentemente creen, no afectan a sus propios hijos.

Los actos de violencia de los protagonistas parecen siempre ser una representación, una especie de performance para los otros que están mirando y juzgando. Es la conciencia de que si no se puede ser realmente duro, lo mejor es aparentar serlo. Pero esta representación llega un punto en que tiene que ser confirmada con un acto de violencia. La representación termina convirtiéndose en realidad. Aunado a la carga de haber crecido bajo la sombra de un padre dominante, que ha desarrollado un discurso simbólico de poder, donde lo masculino se demuestra en relaciones de dominio y sumisión. Ser hombre implica dominar y controlar a los otros, ponerlos a nuestro servicio. Como diría Bourdieu[1], vivimos en una sociedad androcéntrica, donde lo masculino tiene rasgos muy delimitados (arriba, derecha, fuerza, etc.)

El no haber crecido en una forma de vida que enseñe la responsabilidad de los actos, en relación a uno mismo y a los otros, así como el no tener una motivación, una inspiración en la vida, demuestran que puede terminar siendo desastroso. Tal vez el punto no radique en tener en la vida todo definido, pero al menos tener la noción de que todos mis actos acarrean consecuencias.

La película deja sentir que por momento es errática, o que equivoca la manera en que se mezclan diferentes registros para narrar la historia. Sin duda logra tener buenas escenas y actuaciones más que interesantes. Tal vez lo que más incomode en el film es la sensación de sinsentido que tiene todo el film, pero finalmente, tal vez ahí resida su elemento más fuerte.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] “El orden social funciona como una inmensa maquina simbólica que tiende a ratificar la dominación masculina en la que se apoya: es la división sexual del trabajo, distribución muy estricta de las actividades asignadas a cada uno de los dos sexos, de su espacio, su momento, sus instrumentos; es la estructura del espacio, con la oposición entre el lugar de reunión o el marcado, reservados a los hombres, y la casa, reservada a las mujeres, o, en el interior de ésta, entre la parte masculina , como del hogar, y la parte femenina, como el establo, el agua y los vegetales; es la estructura del tiempo, jornada, año agrario, o ciclo de vida, con los momentos de ruptura, masculinos, y los largos periodos de gestación femeninos.”. Bourdieu, Pierre. “La dominación masculina”. Ed. Anagrama, Barcelona, 2000. Pagina 22.

viernes, 4 de mayo de 2007

Wah-Wah (Richard E. Grant/ 2005)



Wah-Wah (Richard E. Grant/ 2005)

Dirección: Richard E. Grant.

Reparto: Gabriel Byrne (Harry Compton), Miranda Richardson (Lauren Compton), Nicholas Hoult (Ralph Compton), Emily Watson (Ruby Compton), Julie Walters (Gwen Traherne)

Guión: Richard E. Grant.

Música: Patrick Doyle

Productores: Marie-Castille Mention-Schaar, Pierre Kubel, Jeff Abberley

Editor: Isabelle Dedieu

La historia cuenta los últimos días de una de las colonias del imperio Británico al sur de África, así como la búsqueda de Ralph Compton (Nicholas Hoult) de su propio lenguaje, de su propia manera de ver el mundo. Ralph crece viendo como el país y la familia en que creció, se desmoronan por completo, o al menos eso siente, y no entiende porque todo debe cambiar así.

Wah-Wah es el sonido onomatopéyico de la voz humana realizado con el pedal de la guitarra eléctrica, también es una expresión inglesa para referirse a cuando alguien habla cosas ininteligibles, sin sentido. Pero además es el titulo perfecto para la opera prima del actor Richard E. Grant[1](Gosford Park), pues Wah-Wah es básicamente eso, la historia de personas que hablan pero no dicen nunca nada. Que aunque familia, le es imposible poder comunicarse, decir que sienten uno por otro.


El lenguaje del silencio


Como buenos ingleses, los Compton saben herirse sin la necesidad de insultarse explícitamente[2], claro, que eso no impide que más de una vez los personajes tengan conflictos directos y violentos. Sufren de una incapacidad afectiva que se refleja en la imposibilidad de comunicación con el otro, lo que frustra y desgasta las relaciones.

Siempre están intentando conseguir de las otras personas aquello que precisamente esa otra persona no puede darles. Por esto la decepción es inevitable.

Lo que le da su padre a Ralph, este último no puede verlo, su padre es demasiado distinto a él en forma pero no en fondo, ambos son sensibles y afectivos, pero la forma de mostrarlo del padre aterra al hijo, el padre se muestra en toda su condición de humanidad, el hijo solo quiere ver un aspecto en él, solo quiere ver su nobleza, y no entiende que en sus errores también esta su padre.

Nuestra identidad se forja en oposición y en imitación a la de nuestros padres, no solo heredamos su pelo o el color de ojos, sino que son el primer espejo en el que nos vemos, en el que medimos quien y que somos. Ellos son el modelo que recreamos o destruimos para formarnos otro. De niños los idealizamos, de jóvenes y adultos, nos enfrentamos a ellos, y en ese enfrentarse se templa nuestro carácter. El tiempo y las experiencias son los que nos permiten volver a vernos en el espejo de nuestros padres. Para ver lo distinto que somos o lo mucho que nos parecemos. Wah-Wah nos muestra como nos es tan difícil comprender y comunicarnos, incluso con las personas más cercanas, como lo es nuestra familia. Es el tiempo y la vida, la que nos da la experiencia suficiente para que la memoria nos permita entender aquello que nos pareció tan lejano y extraño en nuestros padres.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.






[1] Quien nació en Swaziland, que de 1907 a 1968 estuvo bajo el Protectorado de Gran Bretaña.
[2] La película juega con este prejuicio, y a partir de él construye la historia.

martes, 1 de mayo de 2007

Venus (Roger Michell/2006)



Venus (Roger Michell/2006)
Dirección: Roger Michell.
Reparto: Peter O'Toole (Maurice), Leslie Phillips (Ian), Vanessa Redgrave (Valerie), Richard Griffiths (Donald), Jodie Whitaker (Jessie).
Guión: Hanif Kureishi.
Música: David Arnold y Corinne Bailey Rae.
Producción: Kevin Loader.
Edición: Nicolas Gaster.
Fotografía: Haris Zambarloukos.
Vestuario: Natalie Ward.

Maurice (Peter O'Toole) y Ian (Leslie Phillips) son dos viejos amigos actores que pasan los días interpretando pequeños papeles, bebiendo café e intercambiando sus respectivas dosis de pastillas. La rutina de ambos cambia cuando llega del campo Jessie (Jodie Whitaker) la hija de la sobrina de Ian, a la que este último imagina idílicamente como una inocente y hacendosa chica del campo. Jessie dista mucho de ser una ayuda para Ian, sino por el contrario, se convierte en un problema. Por el contrario para Maurice, la “pequeña” Jessie le dará nuevos bríos a su vida.

Rochefoucauld, las virtudes y las pasiones

Venus”, narra la relación de Maurice y Jessie, la cual sin duda es una relación de aprendizaje para ambos, en que ambos dejan algo de sí al otro. Pero no es una relación idílica de amistad basada en un hombre mayor que a falta de una nieta propia o de descendencia directa encuentra en una joven la nieta que nunca tuvo, sino que ambos están en pos de algo y no dudan en hacer lo que sea necesario para conseguirlo.
Maurice es un hombre que ha vivido toda su vida para sí mismo, que cree que lo que mueve realmente a los hombres, son los deseos y las pasiones. Creencia que durante toda su vida ha seguido y practicado, incluso a costa de herir a los suyos. Jessica por su parte tiene una doble dimensión de inocencia y maldad, por un lado tiene todos los sueños de llegar a Londres y que alguien la descubra y contrate como modelo. Pero también es consciente de que puede y disfruta de manipular a los otros[1].
Maurice se resiste a dejar de ser lo que ha sido toda su vida, no va a permitir que estar cansado y mayor le impida hacerlo. No se resigna a dejar de ser quien es solo por los achaques de la edad. Jessie es la apuesta por una última conquista, una último affair con el cual despedirse, una oportunidad por ser quien realmente es. Como diría Rochefoucauld, “nuestras virtudes, no son más que nuestros vicios ocultos” [2], no existe la acción desinteresada, la virtud solo oculta tras sí un vicio. La moral y la rectitud, solo son una representación o un relato que asumimos, para engañar a los otros y a nosotros mismos, para evitar reconocer que no somos más que seres buscando su propia conveniencia y placer. No son nuestras virtudes las que nos definen, nuestros vicios muestran mucho mejor quien somos. Y aceptarnos con nuestros vicios, es una labor que ocupa una vida.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.


[1] No olvidemos, que Venus la versión latina de Afrodita, es la diosa del deseo, del amor, entendido esto último como la atracción física y sexual.
[2] «Nos vertus ne sont le plus souvent que des vices déguisés. ». Rochefoucauld. Réflexions ou Sentences et Maximes Morales.