viernes, 12 de septiembre de 2008

The Savages (Tamara Jenkins /2007)







The Savages (Tamara Jenkins /2007)
Dirección: Tamara Jenkins.
Reparto: Laura Linney (Wendy Savage), Philip Seymour Hoffman (Jon Savage), Philip Bosco (Lenny Savage), Cara Seymour (Kasia), Peter Friedman (Larry), Gbenga Akinnagbe (Jimmy), Tonye Patano (Srta. Robinson), Guy Boyd (Bill), David Zayas (Eduardo), Debra Monk (Nancy Lachman).
Guión: Tamara Jenkins.
Productores: Ted Hope, Anne Carey y Erica Westheimer.
Fotografía: Mott Hupfel.
Editor: Brian A. Kates.
Música: Stephen Trask.
Vestuario: David C. Robinson.

Sinopsis
Los hermanos Wendy y Jon Savage, reciben la noticia de que su padre necesita cuidados extremos por su delicada salud mental. Los hermanos Savage, no encuentran mejor solución que internarlo en una casa de reposo. Lo que no esperan los Savage, es que esta situación abrirá en ellos una puerta a emociones y recuerdos dejados de lado por mucho tiempo.

Sobre el film
Tamara Jenkins tiene una obra que se compone por dos films, hace un tiempo en el cable se podía ver Slums of Beverly Hills[1] (1998), que nos contaba la historia de los Slums, una familia pobre que por intentar brindarle una mejor educación a sus hijos vivían de manera itinerante de departamento en departamento con tal de residir en la zona que correspondía al distrito escolar de Beverly Hills. Este acto que podría ser interpretado como un intento noble por parte de los padres para brindarles mejores oportunidades a sus hijos, representaba en realidad las ambiciones frustradas de estos padres, quienes solo buscan mantener la apariencia de éxito. En este film Jenkins nos daba muestras ya de su espíritu irónico y corrosivo, dispuesto a exponer a sus personajes a las situaciones más absurdas, lo que los obligaba a exponer sus miserias, pero siempre en un tono absurdo e irónico.

En cambio en esta ocasión con The Savages, el film de Jenkins, adquiere matices algo más oscuros, pero sin perder el humor negro, colocando el humor en los momentos y situaciones más inesperadas.
Los hermanos Savage, son intelectuales, que utilizan toda su energía en intentar evadir sus emociones, creen que la ironía, que les permite su inteligencia, los hace escapar del ridículo, los hace diferentes al resto. Se han vuelto en unos expertos en intentar ocultar sus miserias, lo cual por cierto no han logrado. Y es tal vez este aspecto lo que emparenta a los Savages con los Slums, ambas familias intentan ocultar quienes son. Intentan escapar a su realidad y es esto los que los termina exponiendo aún más.
Los Slums a través de su intento constante por vivir en Beberly Hills, así sea en el departamento más deplorable. Los Savages burlándose del resto y de lo ridículo de sus convencionalidades, mientras ellos desearían fervientemente poder acceder a alguna de ellas.

Si en la tragedia clásica el protagonista se enfrentaba a las fuerzas del destino y del cosmos, de manera pretensiosa, al creer que podría cambiarlas. En la tragedia contemporánea, el hado de nuestro destino, nuestro sino[2], no corresponde exclusivamente a fuerzas externas, la razón de nuestras miserias reside especialmente en nosotros, en nuestros miedos, en nuestros constantes patrones autodestructivos.

La dirección de Jenkins y el conocimiento que tiene de su historia, se refleja en el cuidado de las actuaciones de Laura Linney (Wendy Savage) y Philip Seymour Hoffman (Jon Savage), cada uno de ellos, ha sabido darle vida y matices particulares a sus personajes. Han sabido construirlos más allá de sus usuales interpretaciones, lo que sin duda ha aportado el cariz personal que tiene todo el film. Solo nos queda decir, a no perdérselo.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Film que por cierto se convirtió rápidamente en una suerte de film de culto en el circuito de films independientes.
[2] El “sino” o destino (anagké) para la mitología griega se encontraba bajo el control de las Moiras. Las Moiras son tres hermanas (Cloto-la que hila-, Láquesis-la que asigna el destino- y Átropos-la inflexible, pues es la encargada de cortar el hilo de la vida-) que hilan el destino de los hombres. A su vez, en la tragedia Griega clásica, la Moira es entendida como el destino prefijado, que cada persona lleva consigo.