miércoles, 25 de marzo de 2009

In Bruges (Martin McDonagh /2008)




In Bruges (Martin McDonagh /2008)

Dirección: Martin McDonagh.
Reparto: Colin Farrell (Ray), Brendan Gleeson (Ken), Ralph Fiennes (Harry), Clémence Poésy (Chloë), Jérémie Rénier (Eirik), Thekla Reuten (Marie), Jordan Prentice (Jimmy).
Guión: Martin McDonagh.
Productores: Graham Broadbent y Pete Czernin .
Fotografía: Eigil Bryld.
Editor: Jon Gregory.
Música: Carter Burwell.
Vestuario: Jany Temime.

Sinopsis
Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson) son un par de asesinos de Londres que luego de un trabajo han sido mandados a la ciudad Belga de Brujas, por su jefe Harry (Ralph Fiennes) a esconderse y a esperar órdenes. Lo que parece ser unas vacaciones forzadas en una pequeña y placida villa medieval, se irán convirtiendo de a pocos en la oportunidad para estos dos sicarios de ir pensando que tan conformes se encuentran con sus vidas.

Sobre Martin McDonagh
In Bruges[1] es la opera prima de Martin McDonagh[2], a quien en Lima conocemos por dos de sus obras de teatro, nos referimos a “El hombre almohada” y “El teniente de Inishmore”. Ambas obras se distinguen por su uso de la crueldad como un elemento desde el cual desarrollar la trama. Por ello, algunos críticos han desestimado la calidad de sus obras acusándolas de efectistas, ya que, se vale de la exageración y el ridículo para impresionar. Por otra parte, los que defiende este uso de la violencia, sustentan que su presencia extrema muestra lo absurdo de esta. Creemos que en el caso de McDonagh, la violencia no solo sirve para impactar al espectador, sino que es desde ella, que se busca iniciar la reflexión, pero no en el sentido de mostrarnos lo ridículo de la violencia, sino en que reparemos sobre la presencia que esta tiene en nuestras vidas y que frecuentemente intentamos no ver.

Sobre el Film
Desde la tragedia griega, la violencia, y su impacto en nuestros sentidos más primarios, ha sido un elemento desde el cual se parte cualquier proceso de cavilación sobre la condición humana. El hombre en la Grecia antigua y el hombre de nuestro tiempo, intentan con el mismo fervor alejar el conflicto de su vida, y ambos solo logran acercarse con mayor velocidad a él.
La espera en Brujas, coloca a Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson) en una situación muy particular, la de empezar a pensar en su vida. Esto los lleva a creer que su vida debe ser dirigida por algún propósito. De ahí que la trama de “In Bruges”, nos presente la crisis que atraviesan un grupo de personajes que a pesar de vivir al margen de la ley, se aferran a la práctica de ciertos códigos de conducta.
Los personajes de McDonagh nos muestran sus neurosis, exacerbando el valor del honor en un intento por encontrar sentido a la vida. Principios o códigos que se constituyen desde un ámbito muy particular, el yo. Exigen además, algo que parece, nadie en nuestra sociedad de consumo está dispuesto o en capacidad de ofrecerles, un reconocimiento fuera de la relación de costo beneficio. Qué duda cabe que vivimos en una sociedad que se encuentra alejada de los códigos tradicionales de honor y virtud. Por el contrario somos una sociedad que parece responder únicamente al pragmatismo, así como a concebir el éxito exclusivamente a partir de los resultados. Sociedad en la que todo es una mercancía o está en capacidad de serlo. De ahí que el drama pareciera residir en que nadie parece entender ni interesarle, el valor que alguien le puede dar en la actualidad a estos valores de antaño.
En realidad creemos que el sinsentido se produce al intentar encontrar una razón a la existencia. En ese ridículo que implica ir detrás de un simple Cliché[3] se encierra la tragedia humana para McDonagh. Como decíamos, esa melancolía por vivir bajo ciertos códigos de honor, se hace tan absurda para los otros, que es vista sencillamente como locura.

Algunas notas de Nietzsche
Por otro lado, nuestra época sufre de una apatía constante, ya que añora melancólicamente la supuesta pérdida de la versión original, una suerte de saudade (tristeza por ausencia) por lo real. Vivimos pensando que solo nos quedan las copias, y que por ello cuando nos enfrentamos a lo que está (supuestamente) a la base de todas las representaciones, no tenemos ya la capacidad de poner en valor a lo real. Esta neurosis ya la describía bien hace más de un siglo Nietzsche al hablarnos del Nihilismo. Esa enfermedad por vivir añorando un tiempo en que la verdad, la realidad en sí existía. Nietzsche contrapone al nihilismo la voluntad de poder que implica ver la vida a partir del transcurrir del tiempo. Es dejar de evadir el conflicto de nuestras vidas y abrazar el dolor de la existencia. La vida no tiene ningún sentido, y ello no debe producir en nosotros ninguna sensación de angustia o de ansiedad. Mencionamos esto pues los personajes de McDonagh en este film, buscan evadir la apatía y desapego por la vida, intentando de cualquier forma sentir algo. Y nos muestran la duro que se nos hace asumir el rol que juega el absurdo en nuestra existencia. De ahí que podamos decir que es un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.


[1] Llamo la atención de la prensa por sus múltiples nominaciones a los BAFTA, a los Globos de Oro y a los Oscars, entre otros premios.
[2] Aunque hay que indicar que tiene ya un cortometraje premiado (gano un Oscar) en su haber, nos referimos a Six Shooters (2004). El cual mantiene el uso del humor negro que ya es característico en su obra.
[3] La razón de escoger una ciudad (como nos lo recuerdan constantemente los personajes en el film) como Brujas, que aunque real, pareciera salida de un parque temático, se engarza totalmente con este otro ámbito en que se manejan los personajes del film.

The Visitor (Thomas MaCarthy/2007)



The Visitor (Thomas MaCarthy/2007)
Dirección: Thomas MaCarthy.
Reparto: Richard Jenkins (Walter Vale), Tarek Khalil (Haaz Sleiman), Danai Jekesai Gurira (Zainab), Hiam Abbass (Mouna Khalil), Marian Seldes (Barbara).
Guión: Thomas MaCarthy.
Productores: Omar Amanat, Michael London, Mary Jane Skalsky.
Fotografía: Oliver Bokelberg.
Editor: Tom McArdle.
Música: Jan A.P. Kaczmarek.
Vestuario: Melissa Toth.

Sobre el director y su obra
Thomas MaCarthy[1], tiene únicamente dos films[2], pero su manera íntima de dirigir, da la apariencia de un director de oficio y curtido, que se encuentra alejado por la experiencia, de manierismos y trucos, ya que posee un estilo sutil de acercarnos a sus personajes. Hace un par de años tuvimos en el cable la oportunidad de ver su comentada opera prima The Station Agent[3], la cual nos cuenta el encuentro de tres personajes totalmente disimiles entre sí. El protagonista es Finbar McBride (Peter Dinklage) quien sufre de enanismo y ha trabajado toda su vida en una tienda especializada de trenes a modelo. En ese espacio siempre se ha sentido seguro, ya que logra evitar la mirada curiosa e incómoda ante su condición. Pero luego de la muerte de su amigo y dueño de la tienda, se muda a la New Jersey rural a vivir a una pequeña y abandonada estación de trenes. En el pequeño poblado, Finbar espera poder pasar desapercibido. Pero conoce, a pesar de su intento de alejarse de todos (pues se considera un solitario), a Joe Oramas (Bobby Cannavale). Quien reemplaza a su padre en su local ambulante de hot dogs, que se encuentra en las inmediaciones del lugar en que vive Finbar. Joe se convierte en la contraparte de Finbar, si este es melancólico, metódico y pesimista, Joe es todo lo contrario. A ellos se suma Olivia Harris (una genial Patricia Clarkson) una artista plástica que no logra superar una tragedia que cambio su vida. Las relaciones entre estos personajes, nos muestra la posibilidad de vivir la soledad de a tres.

Acerca del Film
Si un elemento, comparten los films de MaCarthy, es colocar a sus protagonistas fuera de sus zonas seguras. Esto lo hace a través del duelo. La muerte se abre como una zona liminal, de transito, desde la cual curiosamente y aunque suene idílico, nace una nueva vida. Si en el caso de Finbar la muerte de su mejor amigo, lo lleva a mudarse y termina conociendo a nuevas personas que ingresan a su vida, en The Visitor, el viejo profesor de economía Walter Vale (interpretado por un genial Richard Jenkins[4], quien tiene en sus contrapartes actores que le brindan en todo momento las posibilidades para construir una gran actuación), se encuentra en duelo permanente por la muerte de su esposa. Y será ese duelo el que lo lleve a empezar a reencontrarse. A saber que no hay edad para aprender a acoger como tus iguales a personas que no te son cercanas, por raza, cultura o profesión. Que son tus iguales por que aman igual que tu, vivir.
De ahí que podamos decir que, The visitor es una historia construida en la confianza del director en la capacidad de sus actores. Son ellos los que nos hacen creer en la trama, son ellos los que le dan piel y carne al film. Finalmente nos queda por decir que es una historia sobre la otredad como medio de alcanzar encontrar nuestra propia identidad. Es ver este viaje de encuentro de uno mismo, a través de unos otros que me son (en apariencia) totalmente diferentes a quien yo imagino o supongo ser. Un film que sin duda hay que ver.

Juan Alberto Gonzales Hurtado.

[1] Ganador por “The visitor” del Independent Spirit Awards.
[2] Los cuales ha dirigido y escrito. Su carrera se ha construido principalmente como actor de reparto en diferentes films, pero sobretodo en diversas series de televisión, entre ellas The Wire, Law & Order, Boston Public, entre otras.
[3] Entre los variados premios que gano, se encuentra un BAFTA ha mejor guión.
[4] El cual fue nominado en la categoría de mejor actor en el Oscar de este año, y que gano por este film premios en ese rubro en festivales internacionales como el de Moscú y el de Brisbane en Australia.